Cuando Javier llegó a meta «intuía que podía caer el récord, pero no había marcador y tuvimos que esperar. Hubo un momento de tensión, pero enseguida lo dijeron». Entonces, le inundó una sensación «indescriptible», porque el récord para Chichu es «un honor, porque además se lo bato a un compañero y amigo como Pablo Comendador, que fue uno de los primeros en felicitarme. Casi estaba él más contento que yo». Y eso que cada año, bromeaba con su colega sobre la longevidad de la marca. «Que un récord aguante 14 años quiere decir que el atleta que lo tenía era muy bueno», comenta. El premio adicional es convertirse en el primero en el ránking español de la distancia, un asunto menos baladí de lo que parece teniendo en cuenta que ya hubo 60 metros de nivel en Madrid y Salamanca.
Conseguir la mínima para el Campeonato de España tan rápido supone un cambio de planificación para la temporada invernal de Javier García. Con dos meses largos por delante hasta la cita de Ourense, Tuñas piensa en que puede correr algún 200 para aumentar la parte final de su carrera. «Tenemos que trabajar que en esos últimos 10 metros no baje la cadera, que se mantenga compacto para llegar fuerte al último tramo de los 60 metros. Creo que está en condiciones de bajar esa marca», comenta el entrenador. Algo factible teniendo en cuenta que la pista cubierta es el ecosistema predilecto de Chichu. «Me gusta mucho, me parece increíble». Igual que su marca a principio de temporada.