«Creo que nacera para a maratón»

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Julia Vaquero confirmó en su debut que pudo ser una maratoniana de época, no sintió el muro del kilómetro 35 y le gustaría repetir la experiencia

07 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Julia Vaquero Sousa comprobó en primera persona que la maratón hubiera sido su prueba ideal. En Valencia, con 51 años, experimentó la sensación de cruzar la línea de meta de la mítica distancia por primera vez. La culminación de un camino de retorno que comenzó con una popular en A Guarda después de años alejada del atletismo.

Julia firmó 3h 14 22s en la capital valenciana, una marca muy por debajo del pronóstico inicial pese a tener malas sensaciones en la víspera y correr con un pie que lleva mucho tiempo dándole la lata y que su fisio, Jorge Fajar, preparó con mimo para la ocasión. Tan satisfecha le dejó la maratón, que no descarta repetir siempre que la bicicleta sea la base de su preparación para no castigar más sus articulaciones.

«Se no fose por todo iso (en referencia al trastorno bipolar), eu creo que nacera para a maratón», comenta convencida después de su debut en la mítica distancia. «A nivel aeróbico e en todos eses parámetros, dáseme moi ben. Eu vou a un ritmo determinado e aguanto», precisa la guardesa, que se quedó con una frase de Fran Beneyto, su entrenador, tras cruzar la línea de meta. «Díxome: ‘Vas a hacer historia. Eres una crack, me has demostrado que para tu genética, eres una superdotada para esto de las carreras. Me sorprendió tu capacidad de adaptarte al sufrimiento’».

Pese a que en la víspera Julia estaba nerviosa «por volver estar nun gran evento» y con dolores en un pie, todo cambió el día de la carrera. Para entonces ya había acostumbrado a su cuerpo a levantarse a las cinco de la mañana, a desayunar a las seis y a estar preparado para comenzar a las ocho y media de la mañana, la hora fijada para la salida. Calentó bien y acudió a la línea de salida acompañada de Carlos Siscar, un experto maratoniano que se convirtió en su ángel de la guarda: le marcó el ritmo (3.15 minutos el kilómetro), estuvo pendiente de ella durante los 42.195 metros y se encargó de los avituallamientos.

Molestias hasta los 20 km

Julia Vaquero comenzó «moi cómoda e pendente das sensacións dos músculos». En el kilómetro 10 sintió un poco de dolor en el cuádriceps y en el pie, «pero de corazón ía moi ben». Esas molestias desaparecieron en el 20. «A dor muscular fora desaparecendo e o ambiente parece que te impulsa e te axuda». Concentrada en la carrera, escuchando al público, los ruidos de la prueba y revoloteando por su cabeza algún tema de la cantante Laura Pausini, afrontó el reto del kilómetro 35, el famoso muro que para ella tenía una dificultad añadida, ya que sus tiradas largas acaban ahí y en Valencia tenía que afrontar siete kilómetros más.

«O muro do 35 non o vin»

Pero el muro para la guardesa era papel mojado. «Eu ese muro non o vin», decía ayer con una sonrisa. No obstante, los siete kilómetros finales se le hicieron duros, si bien el trazado cuesta abajo, y sobre todo el empuje del público, la llevaron en volandas hasta la meta: «Estaba un pouco cansa e baixou o ritmo, pero a meta estaba cada vez máis próxima». Siscar, su socio de carrera, la animó y el público hizo el resto. «Vamos, Julia», escuchaba la todavía vigente plusmarquista española de los 5.000 metros.

Cuando divisó la línea de meta, lo primero que hizo Vaquero «foi levantar a man de Carlos para darlle as grazas». «Eu nin me emocionei nin nada», comenta. Eso sí, muchos fueron los que la reconocieron y le dieron sus muestras de afecto.

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O peor xa pasou

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Tan buena resultó la experiencia, que la guardesa está de nuevo enganchada a su deporte y no descarta repetir en la maratón siempre que la base sea la bicicleta. «Gustaríame seguir vinculada e disfrutando do que me gusta, que é facer deporte. Gustaríame facer tamén algún cros para volver a algunha proba na que xa estiven fai anos», apunta.

Además, a nivel personal, cree que esta comenzando a vivir de nuevo y que lo peor quedó atrás. «Agora empezo a vivir de verdade, a miña historia non está superada, teño que seguir a nivel psicolóxico, pero creo que o peor xa pasou». La mejor noticia para la mejor fondista gallega de todos los tiempos.

Las tiradas en bici como base, zapatillas de fibra de carbono y subcampeonato de media maratón

Julia Vaquero y su grupo de apoyo, con Fran Beneyto a la cabeza no dejaron nada a la improvisación desde que señalaron en rojo en el calendario la maratón de Valencia.

Con las articulaciones muy castigadas después de tantos años dedicados al atletismo y tras un parón considerable, la principal apuesta fue basar gran parte de la preparación en la bicicleta, con la que la guardesa llegó a acumular 400 kilómetros semanales con una tirada máxima de un centenar, trabajo que combinaba con 65 (de media) de carrera a pie. Y aunque al principio fue duro (llegó a tener días de cuatro horas encima del sillín y sufrió más de una caída y algún inoportuno pinchazo en el medio del monte), lo suyo con la bici fue un flechazo. «Encántame a bicicleta, para min é unha evasión, é algo diferente ao que fixera ao longo do miña vida». Ese pedaleo constante ya ha provocado cambios a nivel personal: «A miña morfoloxía está cambiando, gora teño máis glúteos e cuádriceps co tema da bici». A partir de ahora y si continua en la larga distancia será con la condición de seguir teniendo el trabajo en bici como base principal.

Como prueba de fuego antes de encarar la cita de Valencia, fue disputar el nacional de media maratón en categoría máster, en la que se proclamó subcampeona. En este tránsito Julia también se acuerda de lo difícil que resultó su primera media en ruta. «En Granollers sí que me custou, pero agora nótase todo o traballo».

La tecnología también llegó a sus pies de la mano de Fran Beneyto. «Teño unhas zapatillas de fibra de carbono, non son tan agresivas, o impacto é distinto e vas máis rápido», comenta la nueva maratoniana, que en sus tiempos de atleta en la pista y en el cros, no podía contar con semejantes avances. La alimentación también jugó un papel fundamental en el proceso.