Sacrificados para el nuevo Navia

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

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Solo seis viviendas se salvarán de las expropiaciones para la ampliación de Navia

05 dic 2021 . Actualizado a las 01:48 h.

Frente a los edificios de pisos levantados al principio de la calle Teixugueiras, todavía queda un reducto de campo alejado del asfalto. Junto a los caminos de Serra y de Barreiro, hay una veintena de familias que siguen viviendo en un ambiente rural como hace 50 años. Pero desde hace más de una década, cuando alzan la vista, observan que el paisaje ha cambiado radicalmente. Donde siempre había monte, ahora hay edificios de más de diez alturas. Y este panorama de desarrollo urbano, es el que está ahora a punto de fagocitarles.

Viven en los terrenos previstos para la ampliación del polígono residencial de San Paio de Navia. Ocupan viviendas que habrá que sacrificar para construir otras 1.600, viales de nueva proyección y equipamientos públicos. Solo cinco se salvarán después de que sus propietarios hayan aceptado la exclusión parcial de sus fincas propuesta por la Xunta. Un sexto propietario salvará toda su propiedad. Forman parte del grupo de once casas que son compatibles con la nueva ordenación.

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La cuenta atrás ha comenzado para una transformación profunda del entorno. El barrio que ocupa la parte de atrás del colegio Amor de Dios está al borde de la desaparición. Muchos residentes viven allí sus últimos meses o el tiempo que tarden las administraciones en agilizar todos los trámites. Ya hay propietarios que han vendido y se han marchado. En virtud de los últimos acuerdos, cinco de las últimas casas habitadas serán expropiadas. Las otras seis podrán seguir en pie y quedarán integradas en la futura configuración urbana. Ninguno está satisfecho. Los primeros porque no están convencidos con los precios que oferta la Xunta. Los segundos porque verán muy limitadas las posibilidades de ampliación o de realizar reformas en sus viviendas.

«Si me dejan entre calles, no me quiero quedar», señala Víctor Mariño, de 73 años y que lleva casi toda su vida residiendo con su mujer en una casa del camino de Barreiro. La propuesta que le hizo la Xunta fue expropiarle el jardín de su casa y pagarle por esos terrenos a 92 euros el metro cuadrado, cantidad que le parece «irrisoria». «Mi calidad de vida se vería muy mermada si me cortan la mitad de mi propiedad», señala. Por eso, su intención es que la administración le expropie la casa entera y peleará en el juzgado por un precio que sea justo y que le alcance para comprarse otra vivienda.

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De alquiler

Otro vecino que se mentaliza para tener que mudarse en cualquier momento es Enrique Dasilva. Vive con sus tres hijos en una vivienda de alquiler que también se encuentra afectada. «Vivimos con tensión. No sabemos qué va a pasar y nos dará mucha pena marcharnos de aquí porque nos encontramos muy a gusto». La pandemia le ha obligado a reinventarse después de cerrar un taller de camperización de furgonetas en un terreno por el que tuvo que seguir pagando un alquiler. Tiene la esperanza que la Xunta lo realoje cuando llegue el momento. «Nos dijeron que igual nos buscan otro lugar donde vivir», señala. Al lado de su casa, hay otra vivienda que se encuentra abandonada. Además de rejas, las ventanas se encuentran tapiadas para que no entren okupas. Cuenta que los dueños ya se habían ido cuando él llegó en el 2017.

Otra vecina comenta la incertidumbre con la que han vivido durante los últimos años. «No podíamos hacer nada porque hasta ahora no sabíamos si la iban a llevar o no», destaca. Su vivienda seguirá en pie cuando se desarrolle el polígono. «Hubo varias fases en la que, o vendías o te quedabas. A nosotros nos dijeron que teníamos la opción de quedarnos, pero las condiciones no son nada ventajosas. Si quisiéramos hacer una casa nueva no podríamos. Al final es como si no fuera tu casa», afirma.

Los cooperativistas esperan que el Concello apruebe el proyecto de urbanización

Los cooperativistas esperan la aprobación del proyecto de urbanización por parte del Concello. Este paso permitirá a la Xunta sacar a concurso los terrenos para poder licitar las obras, señala María Pérez, presidenta de la Federación de Vecinos Eduardo Chao, que ha lanzado su propia cooperativa para promover la construcción de viviendas a precios asequibles

La ampliación del barrio de San Paio de Navia en 265.000 metros cuadrados, que se añadirán a los 450.000 actuales, movilizará 250 millones de euros en el sector de la construcción en los próximos tres años, según las estimaciones de la administración autonómica. Las nuevas construcciones serán unifamiliares adosados y viviendas de cuatro alturas como máximo salvo un edificio que va a tener siete alturas. El nuevo barrio contará con 23.000 metros cuadrados de zonas verdes y se plantarán 2.000 árboles y habrá un carril bici.