Las PCR privadas intentan sobrevivir

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los laboratorios bajan los precios; prácticamente solo se hacen para viajes

12 oct 2021 . Actualizado a las 01:21 h.

Una PCR ya no es lo que era. En marzo del 2020, cuando la disponibilidad era escasa y los hospitales dejaban sin diagnosticar a los enfermos leves, todo el mundo deseaba hacerse una prueba para que le diagnosticasen si estaba infectado con el coronavirus sin saberlo. Ahora ya casi nadie se hace pruebas PCR. La extensión de la vacunación ha desplomado el interés. Por eso, los laboratorios privados que ofrecen las pruebas diagnósticas han ido reduciendo los precios. Algunos han hecho rebajas que llegan al 40 %. En este momento, el precio medio de esta prueba molecular en diez laboratorios privados de Vigo es de 108 euros.

La Voz ya analizó el mercado de pruebas en junio del 2020. En aquel momento, acababa de terminar la primera ola de la epidemia de covid-19 y el Ministerio de Sanidad empezó a dar entrada a los centros privados en el diagnóstico de la enfermedad. En aquel momento era obligatorio tener una prescripción médica para someterse a una PCR diagnóstica, aunque los laboratorios facilitaban este trámite. Entonces había en Vigo cinco centros que hacían pruebas: Vithas, Povisa, Doctor Valenzuela, Echevarne e Icónica Sports. Cada prueba costaba, de media, 40 euros más que ahora.

Las PCR más caras de entonces las tenía Vithas, que está entre los que hace más diagnósticos. Costaban 160 euros. Medio año después estaban en 120 y ahora salen por 95 euros. Vithas Lab, la división de análisis clínicos de ese grupo hospitalario (el segundo por volumen de facturación en España), tiene su sede central en Vigo, donde se procesan las pruebas de la mitad de los hospitales del grupo. «Hemos notado un volumen muy importante con Conxemar», indica un portavoz de Vithas Vigo. La feria del congelado impuso la obligación de tener una prueba negativa para acceder al Ifevi.

La misma fuente oficial explica que el 90 % de quienes acuden a hacerse la prueba en estas fechas son personas que quieren viajar, mientras que otro 10 % son ciudadanos que necesitan el certificado para alguna actividad, como el ocio nocturno, o su trabajo. Es decir, ha desaparecido el paciente que tiene curiosidad o preocupación por saber si está infectado, como había antes, o que acude a visitar a su familia y quiere estar seguro de que no tiene el virus, como sucedió en las últimas Navidades.

La llegada al mercado a finales del 2020 de los test rápidos de antígenos, con una sensibilidad y especificidad diagnósticas muy alta, también provocó que el precio de las PCR se redujese. En las clínicas de Vigo se ofrecen las pruebas de antígenos a un precio medio de 40 euros.

La reforma de la ley de salud de las Islas Baleares introdujo una novedad: las PCR tienen un tope de 75 euros. El grupo socialista ha pedido a la Xunta una regulación similar, pero la Consellería de Sanidade la ha descartado.

Pero los laboratorios sí han ido reduciendo precios. En Povisa, una PCR costaba 140 euros en junio del 2020 y había que pasar antes por la consulta del médico. Ahora está en 99. En Povisa las hace Ribera Lab, como se llama la división de análisis del grupo Ribera Salud. «Sobre todo viene gente que necesita la PCR para viajar, porque todavía hay países que la piden», señala el supervisor de laboratorio, Fernando Groba. Los pacientes suelen preferir el test de antígenos, porque es más barato (30 euros), pero no en todos los países sirve. Algunos ya permiten mostrar el certificado de vacunación en lugar de una prueba negativa, pero como los niños menores de doce años todavía no han podido tener acceso a la vacunación, son un nuevo tipo de cliente.

Povisa montó un covidauto en Balaídos. Se puede ir sin cita. Aunque el número de clientes que acuden ha bajado, siguen haciendo unas 40 pruebas cada día. También las hacen en el policlínico de la calle Barcelona.

Ribera Lab también ha empezado a hacer un test posvacunal. «De momento se pide poco», reconoce Groba. Esta prueba, explica el enfermero, es similar a los test serológicos, pero es específica para la vacuna: «Mide la inmunoglobulina G [IgG, un anticuerpo de larga duración] y te da un resultado positivo o negativo: si tienen o si no».

Las pruebas se hacen también en otros laboratorios como Doctor Valenzuela o Echevarne y se han ido incorporando hospitales que al principio no las realizaban (Concheiro, Pintado) y también clínicas (Gaiás, Itema o Icónica, que sí los ofrece desde el principio, aunque los envía a un laboratorio externo).

El interés por las pruebas en las farmacias decae y menos empresas hacen el ‘pooling'

El descenso en el número de pruebas que se hacen para diagnosticar el covid-19 se nota en todos los ámbitos. El Sergas dejó de hacer cribados masivos porque la participación en ellos empezaba a ser ridículos. A alguno en el centro de la ciudad solo acudieron el 10 % de los citados.

En las farmacias se vivió una auténtica fiebre diagnóstica cuando en julio se comenzó la comercialización de los autotest de antígenos. El usuario se hace la prueba a sí mismo. Días después, la Xunta llegó a un acuerdo con las oficinas de farmacia para que si el test se hace delante de un boticario este firme un certificado conforme es negativo, y este documento dé acceso a las mismas actividades que permite el certificado de vacunación. «Seguimos emitiendo certificados, pero ya son muy pocos», reconoce la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Pontevedra, Alba Soutelo.

También en las farmacias sigue activa la recogida de tubos de saliva para hacer una PCR gratuita en el Álvaro Cunqueiro, a través del sistema de pooling, que agrupa las muestras de 20 en 20 para procesar un gran volumen. La realización de pruebas ha bajado, pero en septiembre se hicieron 2.558. Para entrar en las discotecas es obligatorio presentar el certificado de vacunación, pero se admite también un documento que demuestre que el usuario ha dado negativo en una prueba diagnóstica en los últimos tres días, y esto puede incrementar la demanda de tubos.

 El pooling nació para garantizar espacios limpios de covid. Lo ejecuta el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur. Desde el verano del 2020 llegó a acuerdos con empresas para hacer pruebas a sus empleados. En diciembre tenía convenios con 67 entidades, pero el avance de la vacunación ha hecho que el interés decaiga. Ahora hay una decena de entidades. En septiembre se hicieron pruebas de 29.000 muestras, pero más de 25.000 eran de las residencias de ancianos gallegas y solo 782 procedían de empresas.

  •        PRECIOS
  •         Laboratorio              Precio €
    • Clínica Gaiás            120
    • Concheiro                 120
    • Dr. Valenzuela          100
    • Echevarne                120
    • Icónica Sports          1 10
    • Itema Termografía      80
    • Quironprevención     125
    • Pintado                     110
    • Povisa                        99
    • VithasLab                   95