«Trabajar para la película Shang-Chi ha sido un gran salto en mi carrera»

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

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La tudense Belén Sousa ha creado personajes mitológicos en 3D para la cinta de Marvel que está recaudando millones en taquilla: «Nos dieron mucha libertad en las animaciones»

30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Año y medio de trabajo, 15 minutos de acción en la gran pantalla. La creación en tres dimensiones es un trabajo complejo y muy especializado pero apasionante para Belén Sousa (Tui, 1988). Esta animadora 3D ha creado personajes mitológicos para la última cinta de Marvel, ahora en cines. Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos recrea un mundo oriental de fantasía en el que hay personajes tan fascinantes como una especie de perro con seis patas, cuatro alas y sin cabeza, un zorro de nueve colas o una manada de caballos azules. «Creamos el personaje de Morris, el perro sin cabeza. Fue muy divertido de animar. Al no tener cara, las alas servían para expresar lo que sentía».

Belén Sousa trabaja en Alemania para Trixter, con sede en Munich, la empresa a la que Marvel le encarga la animación de muchas de sus películas. Sousa ha colaborado en producciones de la talla de Capitán América o Spiderman Homecoming pero la cinta que está en los cines es la que la hace sentir más orgullosa. «En esta película, a nivel profesional di un salto muy grande con planos más complejos que a lo largo de estos años. Fue más de un año de trabajo cuando normalmente son entre tres y cinco meses». Un proceso que arranca cuando en Trixter reciben el guion gráfico animado. «En este caso creamos de cero el personaje de Morris y los zorros. No dibujamos a mano, lo hacemos por ordenador pero no es sencillo, tienes que ir frame a frame, tienes que ir moviendo los controladores en el ordenador, como si dibujases».

Durante el proceso de creación de los personajes de animación hay un proceso de modelado, de creación de texturas y, por último, de animación, ese es el punto fuerte de Sousa. «Nos dieron mucha libertad para presentar animaciones y les gustaba lo que fuimos presentando. En esta película hice propuestas que luego vi en la pantalla: hay una escena con una manada de caballos azules que se asustan, los caballos y los zorros que se ven al fondo son propuestas que hice yo», explica esta tudense.

 

«Ha merecido la pena»

Cuando se licenció en Comunicación Audiovisual en Santiago de Compostela, allá por el año 2010, Sousa no imaginaba trabajar al nivel de las grandes producciones a nivel mundial, en películas que recaudan cientos de millones de dólares, pero Belén ya tenía un sueño: salir en los créditos de una película. «La sensación cuando estás en el cine viendo la película y ya ha pasado el estrés es de satisfacción. Durante el proyecto puede ser frustrante pero luego lo ves y te das cuenta de que ha merecido la pena».

Siguió los consejos de su tío Daniel Domínguez, guionista de Mareas Vivas y Padre Casares. «Me recomendó estudiar Comunicación Audiovisual porque me gustaba escribir historias, de hecho me había planteado estudiar Periodismo. Estudié en Santiago y durante la carrera tuve una asignatura de 3D. Se me dio bien, me gustaba, me entretenía y fui por ahí», señala. Tras cursar un máster en Baleares, empezó una carrera que la ha llevado al más alto nivel de la animación. «Al principio estuve un año trabajando sin cobrar nada, ahora mismo no sé si lo volvería a hacer, pero lo hice por coger experiencia. Luego trabajé para una empresa en Mallorca que acabó cerrando y tuve que echar currículos, ahí fue cuando me llamaron de Trixter». 

La pelea por la igualdad salarial

Aunque sus jornadas las pasa en un mundo fantástico, Belén Sousa tiene los pies en la tierra, «soy realista, soy de vivir más en la realidad que en la fantasía». Una realidad, la de su sector, en la que las mujeres son minoría y en la que todavía hay que dar algunas batallas. Sousa no dudó en reclamar lo que le correspondía cuando descubrió que, sin motivo objetivo, su salario estaba por debajo del de sus compañeros. «Tengo un compañero que entró a la vez, estábamos haciendo el mismo trabajo pero él cobraba más. Fui a pedir que me pagaran lo mismo que a él, y lo conseguí, no me pusieron ningún problema».

Mientras Shang-Chi sigue en las salas, ya hay nuevos proyectos sobre la mesa, todos están lejos de Galicia. «En enero hago seis años en Munich. No me veo para siempre aquí, hablo con mi pareja -que también es de Vigo- de volver a Galicia, pero por ahora es complicado». Madrid o Barcelona ofrecen proyectos audiovisuales interesantes para esta creadora, pero Sousa aspira a más. Su fantasía es regresar a vivir a su tierra y poder disfrutar habitualmente de las comidas familiares en casa de mamá.

 Su canción favorita

«Mar Adentro», de Carlos Núñez. «Además del cine me gusta mucho la música. Estuve en el conservatorio desde pequeña y toco la gaita. Carlos Núñez es mi favorito, he ido a muchos conciertos de él en mi vida. Esta canción la escuché en Castrelos por primera vez y me recuerda a los veranos, a Galicia, a casa».