Povisa recupera la radioterapia con un aparato más preciso para evitar secuelas

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

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CEDIDA

Con el nuevo acelerador lineal, los pacientes volverán a ser tratados en el hospital desde noviembre

16 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Hospital Povisa se prepara para poner en marcha su nuevo acelerador lineal, la máquina con la que se administra tratamientos de radioterapia a enfermos de cáncer. Es el primer aparato de este tipo que se compra en 21 años en el centro sanitario privado, que hace décadas fue pionero en la atención al cáncer y que aspira a recuperar esa línea de trabajo. Se trata de un modelo del fabricante Elekta y el Grupo Ribera Salud, dueño de Povisa desde hace casi dos años, anunció que ha invertido 1,7 millones de euros.

El jefe de servicio de oncología radioterápica, Luis Zugazabeitia, calcula que en la segunda quincena de noviembre podrá empezar a tratar pacientes, ya que todavía está pendiente la toma de medidas de protección radiofísica, por las radiaciones, así como algunas autorizaciones del Consejo de Seguridad Nuclear. Desde el mes de marzo, los enfermos del área de Povisa son derivados al Hospital Meixoeiro para recibir sus tratamientos. Los médicos se están formando en este hospital, que tiene un acelerador Elekta, para manejar el aparato y sus aplicaciones asociadas.

El nuevo modelo de acelerador lineal centra al hospital privado en técnicas de vanguardia en radioterapia, como la llamada radioterapia de intensidad modulada y la arcoterapia volumétrica de intensidad modulada. «Hace cinco años, en los cánceres de mama se daban 30 sesiones, ahora son quince», explica Zugazabeitia. Son los tratamientos hipofraccionados: se dan menos sesiones pero se aplican dosis más altas de radiación. Además, las sesiones son más cortas. Esto permite tratar a más pacientes en el mismo tiempo.

Además, las nuevas máquinas ganan en precisión, ya que permiten que la radiación llegue solo al tumor y se reduzca la afección a los tejidos cercanos. «Esto permite reducir las secuelas», explica el jefe de servicio.

La incorporación de los pacientes al nuevo equipo será paulatina. El oncólogo radioterápico calcula que se podrá tratar a entre 350 y 400 personas al año con este acelerador lineal, y después empezar a crecer según vayan ganando experiencia.

Más cánceres

No está previsto que la cosa vaya a menos. «El envejecimiento de la población hace que mucha gente presente tumores y que sea tributaria de recibir tratamientos de este tipo, y esto va a ir a más», considera Luis Zugazabeitia, «hemos tratado a pacientes de 99 años».

Los cánceres más habituales son los de mama, próstata, pulmón, y colon y recto, además del cerebral (tanto los tumores primarios y como las metástasis de otros).

La instalación de un acelerador lineal es un proceso complejo. Hay una obra civil para instalarlo en una sala blindada. El servicio de protección radiofísica hace exhaustivos controles durante antes del montaje y después. La instalación del aparato comenzó a mediados de julio y ahora ha estado tres semanas poniéndose a punto. Estos días se están haciendo las llamadas pruebas de aceptación.