La cinefilia de Vigo reencuentra el Norte año y medio después

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

La sala que acoge filmes independientes volvió estrenando pantallas nuevas y venta «online» de butacas separadas

09 sep 2021 . Actualizado a las 14:27 h.

Carlos, un profesor de FP vigués, es el primer espectador que ayer a la hora de los toros cruzaba la delgada línea que separa la vida real de la ficción dentro de los Multicines Norte para sumergirse en el musical Annette con Adam Driver y Marion Cotillard con sus voces en versión original subtitulada. El joven confesaba que tenía «muchas ganas de volver aquí», a sus salas favoritas, «porque son las únicas donde puedes ver producciones diferentes». El profesor bajó hasta la céntrica vía desde su domicilio en O Calvario como antes hacía de forma habitual. La llegada inminente de los Yelmo al centro comercial Vialia del que solo le separan unos metros no le atrae personalmente y piensa que de todas formas no será competencia, sino «un revulsivo» para todos.

Los Norte son un oasis de la exhibición cinematográfica que sobrevive gracias a las personas que siguen cultivando la afición por ver películas (de esas que no tienen cabida en los grandes complejos comerciales) en las salas donde la luz se apaga y se comparten sonrisas y lágrimas en compañía, o al lado de desconocidos que ríen y lloran en las butacas de al lado. Eso, era al menos lo que ocurría en la era pre-covid, antes de que los Norte se vieran a abocados a cerrar a cal y canto el 15 de marzo del 2020, porque ahora, a la vuelta, regresan con otro sistema de venta online que como medida de seguridad deja siempre un asiento libre alrededor de cada persona: El perímetro covid automático. Al comprar entradas en la web multicinesnorte.eu, la aplicación va bloqueando butacas para mantener las distancias entre espectadores, respetando la limitación de aforo al 75 %.

Hace año y medio, allí quedaron tras la verja los carteles de La candidata perfecta, Invisibles, Especiales y otras producciones que tras la verja fueron testigos inertes de cómo crecía el monstruoso centro comercial al cruzar la calle. También quedó sin poder exhibirse el clásico de Tarantino Reservoir Dogs. «Por eso quisimos empezar ahora con ella en la programación, junto a los estrenos», cuenta Vázquez, que añade que hay más novedades, como pantallas nuevas, que ya tocaba.

Tras el confinamiento y la aplicación posterior de otras normas a finales de junio del 2020, aunque hubiera podido levantar el telón como hicieron otras del gremio, la empresa local prefirió esperar a que la situación sanitaria mejorase. Pablo Vázquez, gerente de los multicines, siempre eligió la cautela. Hasta ayer, fecha elegida para la reentrè.

María Arias y José Rodríguez vuelven al trabajo en los Multicines Norte
María Arias y José Rodríguez vuelven al trabajo en los Multicines Norte XOAN CARLOS GIL

La taquillera

La que también vuelve con fuerzas renovadas es María Arias, la taquillera más informada de la ciudad, junto a su compañero Jose Rodríguez. Pero María es un plus. Trabaja en los Norte desde el 2012 y vender entradas es solo unos de sus muchos cometidos, no tan apreciado como los comentarios cargados de sabiduría y criterio que le solicitan muchos de los que pasan a su lado para que les corte el ticket, sobre las películas que también se encarga de seleccionar, ya que la viguesa, que estudió cine y se especializó en Dirección de Fotografía, se ocupa de la programación que seguirá ofreciendo la empresa que puso en marcha en 1982 el padre de Pablo, Antonio Vázquez. Hace 39 años las primeras películas proyectadas fueron El último metro, de Truffaut, y El matrimonio de María Braun, de Fassbinder.

También era un día especial para Patricia y Luisa, dos amigas que no veían llegar el momento. «Estábamos desesperadas, hasta pensé mandarles una carta y colarla por debajo de la puerta pensando que no iban a regresar nunca más», dice una, a lo que su colega apostilla que «fue de las cosa que para mí, más eché de menos en Vigo durante la pandemia. Tener que prescindir de eso. Ahora no vamos a salir de aquí», afirma.

Los adictos al cine que se hace en todo el mundo, aficionados a historias grandes y pequeñas, de autores conocidos y otros no tanto, a producciones realizadas con mucho dinero o con cuatro perras, tienen ya la puerta abierta a la ficción compartida en un acto social cada vez menos corriente. Eso sí, por ahora, nuevamente por prevención ante la pandemia, no se podrá comer y se tomarán los datos de los asistentes previa entrada en la sala.