Peregrinos por los caminos portugueses en la historia

Rafael Bargiela ARCHIVERO BIBLIOTECARIO DE TUI

VIGO

30 ago 2021 . Actualizado a las 09:52 h.

Publicaba el pasado sábado 21 de este mes este diario una información ciertamente sorprendente. Primero porque habla de una guerra en el Norte de Portugal sobre los caminos jacobeos. En el Norte de Portugal no existe ninguna duda: el Camino Portugués, central, que desde Oporto llega, a través de Barcelos y Ponte de Lima a Valença y entra en Galicia por Tui, coexiste con el Camino de la Costa, que también desde Oporto, a través de Viana do Castelo y Caminha, llega a Valença y Tui, donde las barcas de transporte garantizaban el paso de vecinos, viajeros y caminantes.

En este sentido, se ha presentado la solicitud de certificación de este último Camino a la Comisión establecida por el Gobierno de Portugal para la delimitación y oficialización de las rutas jacobeas en Portugal. Como bien enunció la Asociación de Amigos del Camino de Viana supone el reconocimiento del trazado histórico de una de las rutas de peregrinación portuguesas a Compostela.

La presencia de peregrinos por el Camino Portugués está documentada desde los primeros tiempos de la peregrinación. Existe numerosa documentación que recoge los nombres y procedencia de los peregrinos, por ejemplo, los registros conservados de los hospitales de ciudades como Tui para el siglo XVII rescatando del anonimato a peregrinos de diversas nacionalidades. Serán los relatos de los propios peregrinos los que documentan este Camino Portugués a lo largo del tiempo, nombres como la reina Santa Isabel de Portugal, a rainha Santa, en 1325, o el monarca Don Manuel I en 1502, como ejemplo de los diversos monarcas lusos que peregrinaron a Compostela.

Constancia de su paso por esta ruta de peregrinación, con indicación de las ciudades de paso, dejaron, entre muchos otros peregrinos, Nicolas Lanckmann y Jacobo Motz, embajadores del rey de Alemania que lo recorren en 1448; el noble bohemio León de Rosmithal de Baltna que llega a Compostela por este Camino en 1466; el polaco Nicolau Poielovo ou Popplau, de Silesia en 1484; o el geógrafo y astrónomo alemán Jeronimo Munzer en 1495; de 1533 conservamos el relato de Fray Claude de Bronseval, secretario del abad del monasterio de Clairvaux, Edme de Salieu con quien peregrina por el Camino francés recorriendo luego el Camino Portugués hacia Lisboa; de 1537 es el relato del humanista y gramático flamenco Nicolás Clenardo, preceptor de los infantes portugueses; de 1581 es el relato de Erich Lassota de Stevolovo (ou Von Steblau), noble polaco al servicio de Felipe II, cuando ocupaba los tronos de España y Portugal y también el de Bartolomé Bourdelot; en 1594 realiza esta peregrinación, con su posterior relato, Gian Batista Confalonieri, sacerdote italiano; a 1675 corresponde el relato del abad Giovan Battista Pacichelli; en 1699 recorre este camino Cosme de Médicis, príncipe heredero del Gran Ducado de Toscana, en una de las peregrinaciones más conocidas gracias a los dibujos de Pier María Baldi; a 1691 corresponde el relato del peregrino italiano Domenico Laffi; en 1737 realiza esta ruta el salmantino Diego Torres Villarroel, o los relatos de las peregrinaciones en 1743 y 1745 de Nicola Albani…

Son algunos de los nombres y relatos de peregrinos que documentan como el Camino Portugués ha sido una realidad viva a lo largo de los siglos. Un trazado que desde Lisboa y Oporto (a los que muchos de los peregrinos no peninsulares llegaban o partían por vía marítima) continuaba por Barcelos, Ponte de Lima y Valença, entrando en Galicia a través de Tui. Igualmente, los que tomaban la ruta cercana a la costa que al llegar a Caminha remontaban el río Miño hasta Valença y Tui como hizo Cosme de Médicis y tantos otros peregrinos.

Y finalmente cabe recordar que en los años en que la peregrinación descendió especialmente, como fue el siglo XIX son los peregrinos portugueses los que mantuvieron su presencia como se acredita en los registros del Hospital Real de Santiago.

Por ello, las declaraciones de Adelinne Rucquoi, una de las grandes expertas en la peregrinación con magnificas aportaciones al respecto, que figuran en este artículo resultan sorprendentes, al omitir este amplio bagaje de documentación que testimonia la historicidad del Camino Portugués, una realidad que no puede ser obviada o ignorada.