El test de antígenos sale 4 euros más barato cruzando el Miño

Monica Torres
Mónica Torres VALENÇA

VIGO

Mónica Torres

Están a la venta en supermercados y centros comerciales

31 ago 2021 . Actualizado a las 01:21 h.

El «no» del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) al pase COVID de la Xunta no ha frenado la demanda de los kits de autodiagnóstico ni la peregrinación de españoles a Portugal con el objetivo de hacer acopio de test de antígenos. La diferencia entre comprar un test en una farmacia gallega o en una de la ribera lusa del Miño es, como mínimo de entre 4 y 5 euros. Mientras que en España solo se distribuyen en farmacias y tienen un precio que va desde los 6 a los 10 euros, en las del país luso se venden a 2,70 y en supermercados como el Lidl de Valença, donde esta semana se habían agotado los test, estaban a tan solo 2,09 euros.

«Nos reunimos unos amigos estos días para ir las Cíes y reencontrarnos después de meses sin vernos. Me encargaron a mi coger los test porque soy de Tui y saben que cuestan mucho menos», explica Carlos Fernández tras comprar una decena de test en una farmacia de Valença. Muestra la factura en la que consta un importe total de 27 euros. «Habrían sido 20,9 en el Lidl, pero ya se habían acabado cuando fuimos. Aún así, en una farmacia de Tui habríamos gastado 65, por lo que nos hemos ahorrado en total 44 euros entre todos», indica este joven tudense. Cada una de las pruebas se compone de una tira reactiva, un tubo de extracción, el hisopo nasal, una bolsa de muestras bioseguras y las instrucciones de uso, en todos los idiomas.

Otras cadenas como Mercadona tienen también a la venta en Portugal los auto test por 2,10 euros. Los portugueses además pueden realizarse hasta cuatro de estas pruebas (TRAG), por mes, de manera gratuita, en las farmacias, en virtud del convenio publicado el 30 de junio en el Diario de la República, «para contribuir al refuerzo del control de la pandemia». En Galicia son gratuitos los cuatro primeros certificados, pero no los test de antígenos.

«Cuando mis hijas hacen una quedada con amigos y van a reunirse bastantes, siempre se hacen el test. En mi caso, son al menos seis las pruebas que hemos tenido que hacer este verano, pero nos han costado como dos de las que habríamos tenido que pagar en cualquier farmacia gallega si no las hubiéramos encontrado en el Lidl de Valença», indica Isabel Fernández. A esta clienta habitual de la superficie que la cadena tiene en Tui, le compensa ahora más hacer la compra semanal en el mismo centro, pero de la ribera lusa.

«La gente sigue haciéndose pruebas y comprando los test de autodiagnóstico. Hoy mismo, nosotros tenemos que certificar tres para personas que han de viajar en avión», confirman en un farmacia de Tui. «Aunque ya no sea obligatorio, las personas prefieren estar seguras, tanto si tienen algún síntoma como si van a reunirse con otras personas. Especialmente los jóvenes son los que más pruebas compran», indica el mismo servicio.

Como el combustible

El flujo de gallegos hacia las farmacias lusas de la raia, es también muy comentado a través de redes sociales. Turistas de paso en la zona, peregrinos del Camino Portugués y personas que han de realizarse pruebas con frecuencia, comparten estos días la «agradable sorpresa» de ir a por un test y llevarse tres por el mismo precio. Se compara también este movimiento con el que protagonizaron los gallegos en busca de mascarillas quirúrgicas el año pasado, cuando el desfase por el IVA hacían que costaran hasta cuatro más.

En Portugal, donde una nueva subida en los combustibles acaba de ahogar un poco más las economías familiares, los memes y comparaciones son habituales con las colas de conductores lusos que repostan a diario en gasolineras gallegas para ahorrarse unos 15 euros por depósito. «El objetivo es el mismo: ahorrar a la hora de pagar. Hace mucho que los portugueses aprovechan la proximidad con Galicia para llenar el depósito a un precio más bajo y, ahora, son los gallegos los que atraviesan la frontera para comprar los test», comentan los medios lusos.

El flujo de gallegos hacia los supermercados y farmacias lusas que disponen de estos test a tan bajo precio es también mayor durante los fines de semana. En la frontera se dispara el turismo de gasolinera y el sanitario en tiempos de covid ya que los desplazamientos, en cualquiera de las direcciones del Miño, se aprovechan para hacer otras compras y actividades.