Dejar el fútbol le apena, pero no la hunde, sabe que tras cerrar esta puerta abrirá otra etapa, y eso no tiene por qué hundirla. Ha dedicado prácticamente toda su vida al balompié de salón, pues el de césped nunca le atrajo lo suficiente. «A los 20 años jugué una temporada, pero no la cuento», dice.
Tenía claro cuál era su camino, al igual que sabe que retirarse ahora es lo correcto. Sin embargo, no piensa abandonar el deporte. «Me acabo de apuntar a clases de tenis, me gusta también el pádel y andar en bicicleta. No quiero dejar de moverme, pero no es lo mismo estar atada a los horarios de un equipo que practicar deporte cuando yo quiera y cuando pueda», confiesa.