Huelga encubierta en Protección Civil de Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

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Los voluntarios dejan de atender las emergencias menos graves en la costa

17 ago 2021 . Actualizado a las 23:11 h.

Los efectivos de Protección Civil se han puesto en servicios mínimos en pleno verano para la vigilancia de las playas. Es su forma de protesta por la falta de respuesta del Concello a una serie de problemas que vienen arrastrando desde hace meses. Los voluntarios mantienen así una huelga encubierta en la que solo atienden las emergencias más graves, en las que haya vidas en peligro. Por ejemplo, atenderán embarcaciones a la deriva o ahogamiento, pero no otras incidencias más comunes que afectan a los bañistas a diario, como cortes o picaduras de fanecas. Hay cuatro voluntarios y un conductor que se encuentran de brazos caídos en un puesto municipal en Toralla y otros dos en el destacamento de las Cíes.

Los miembros de este cuerpo municipal adoptan esta medida tras haberse agotado un plazo de quince días que dieron al gobierno municipal. El mes pasado decidieron dejar sin cubrir el servicio de vigilancia de playas, lo que forzó una reunión en el Concello en el que el gobierno municipal asumió el compromiso de convocar elecciones en el seno de Protección Civil y pagar las dietas que están pendientes de cobro. «Ha pasado el tiempo y seguimos igual», denuncia el portavoz Daniel Vales.

Los voluntarios urgen la convocatoria de elecciones. El mandato de la actual coordinadora ya ha caducado y consideran que es necesario un relevo en la junta directiva, que afronte una mejora en las condiciones en las que los voluntarios tienen que realizar su trabajo. Creen que las mejoras deben pasar por la creación de una nueva base adaptada a sus necesidades. Las dependencias de la calle Pi y Margall están llenas de humedades y tienen un aspecto insalubre. Llevan cuatro años recibiendo promesas para instalarse en otras dependencias que aún no se han cumplido.

Parque móvil

También denuncian que el parque móvil es deficitario, con muy pocas unidades a su servicio. El material que utilizan en sus salidas tampoco se encuentra en buen estado por la falta de mantenimiento. Además escasean los equipos de comunicaciones porque han ido desapareciendo y los productos de farmacia. Por otro lado, hay malestar en la plantilla porque se ha tardado en vacunar a los voluntarios y todavía hay algunos que están pendientes de recibir la primera dosis, pese a estar muy expuestos.