El rosaleiro Esteban González ejerció de director de contenidos 3x3 de la FIBA
11 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Lo habitual es aspirar a ir a unos juegos olímpicos como deportista, pero el rosaleiro Esteban González soñaba con hacerlo como periodista. «Recuerdo decirlo cuando fue la adjudicación de Tokio y estaba estudiando Publicidad y Relaciones Públicas», rememora. Finalmente, en Japón lo hizo como director de contenidos digitales de la modalidad de baloncesto 3x3 de la FIBA. Una oportunidad única para vivir una cita olímpica desde dentro con el aliciente de que era el estreno de esta disciplina. «Y voy a poder decir que estuve en los juegos de la pandemia», subraya.
Fue en el año 2015 cuando, tras cursar un máster en periodismo y comunicación deportiva en Barcelona, se presentó a una oferta de prácticas de la FIBA «para hacer comunicación en 3x3, que era algo que estaban empezando a promocionar», detalla. Tras varios contratos de prácticas, obtuvo uno fijo y acabó por tener «toda la responsabilidad sobre contenido y redes sociales de FIBA 3x3», señala. De ahí que tuviera la ocasión de desarrollar esa labor en Tokio.
Ya estaba previsto que acudiera cuando los Juegos se iban a celebrar en el 2020. «Para este año sabíamos que iba a haber menos staff, también de las federaciones, para minimizar los riesgos. Pero tuve la suerte de que seguí en la lista», relata. Para él supone cumplir aquella predicción que hizo mientras cursaba estudios universitarios y también «una gran alegría por vivir algo histórico, porque no todos los días puedes estar en el estreno de una disciplina en unos juegos».
Tampoco pasa por alto que estuvieron lejos de ser unos juegos convencionales. «Teníamos un estadio que iba a ser para 8.000 personas y estabas allí viéndolo vacío. También hubo menos prensa y todo estaba marcado por la distancia social, el gel por todas partes, control de temperatura en cada esquina, PCR...», explica. En ese sentido, alaba unos protocolos muy estrictos y una muy buena organización para su cumplimiento.
Satisfecho por el hecho de que «los números que se hicieron online fueron de los mejores de la historia de los juegos», cuenta que por la parte que le toca, fue un verdadero reto. «Tuvimos gente alrededor de todo el mundo coordinada para que siempre hubiera alguien pendiente de publicar contenido, de ver si había preguntas en redes... Era la primera vez que lo hacíamos y salió muy bien», valora.
También se lleva la experiencia de haber coincidido con mucha gente en la que pudo fijarse para tomar nota y aprender. «Cuando cubres tu disciplina, estás en tu burbuja. Es interesante hablar con otra gente, ver cómo cubren otros medios el evento, aprender cosas desde otro punto de vista», señala.
Asegura Esteban que su trabajo es uno de esos en los que no hay un día igual a otro. En los Juegos, como en todo evento, hubo un trabajo previo de preparación de contenidos, tanto piezas escritas como vídeos y, ya en los eventos, «ver que todo esté funcionando». Desde que el fotógrafo tenga todos los medios para subir fotos a la web hasta que los streamings funcionen correctamente, entre otras cuestiones. «Tienes tantas cosas que hacer, que no te da tiempo ni a cansarte».
De la experiencia de Tokio se queda con «poder estar allí y ver las emociones de los deportistas y cómo todo el mundo se para durante esas dos semanas para seguir lo que pasa en el sitio donde tú estás». Le ocurrió este lunes, ya de vuelta en casa -estuvo una semana- que fue a poner la tele para ver qué competiciones había. «Y te das cuenta de que ya se acabó».
Cómo hubiera sido sin pandemia
Lo peor es, sostiene, que el público no haya podido disfrutar de los eventos in situ. Y, desde el punto de vista personal, no haberlo vivido también con más gente y conocer Tokio, ya que únicamente podía ir del hotel al estadio. «Me hubiera gustado disfrutarlos con gente, ver algo más de Tokio, conocer la cultura japonesa, que hubiera venido mi novia y quedarnos luego un par de semanas por Japón... Sí que queda pena de pensar cómo hubiera sido todo sin pandemia», admite el rosaleiro, feliz pese a todo con lo vivido.