Cuatro días de huelga en Vitrasa la próxima semana por jornadas abusivas y atrasos en el pago de salarios

celia eiras VIGO / LA VOZ

VIGO

El comité de empresa denuncia el incumplimiento del convenio

01 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trabajadores de la concesionaria de transporte urbano de la ciudad, Vitrasa, inician un proceso de movilizaciones que comenzará con cuatro jornadas de huelga la próxima semana: lunes 3, viernes 6, sábado 7 y domingo 8 de agosto. Aprobada por mayoría casi unánime en asamblea -107 de los 115 participantes votaron a favor-, la protesta continuará en las siguientes semanas si la empresa no atiende a sus reivindicaciones.

El comité de empresa achaca el alto grado de insatisfacción de la plantilla, entre varias razones, al duro régimen de jornada, que se extiende hasta las diez horas seguidas de conducción. «Un conductor puede terminar la jornada a las doce de la noche y tener que volver al bus a las siete de la mañana», denuncia el presidente del comité, Imanol Arnoso. La falta de descanso dentro de la jornada y la persistencia de situaciones estresantes al volante están haciendo mella en el personal. Hasta el punto de «duplicar las bajas laborales que hubo en el 2018», ahora mismo sobre 40 personas, «la mayoría por estrés».

En los últimos seis meses, la empresa ha incurrido en dos atrasos en el abono de las nóminas, el último de ellos en el mes de junio, y «con expectativas de que vuelva a repetirse en el futuro», por advertencia de la dirección. Inspección de Trabajo exigió a la empresa detener el incumplimiento del convenio el pasado septiembre, pero no solo no resolvió las demandas de la plantilla sino que, además, se niega a negociar dicho acuerdo, que lleva caducado desde diciembre. «Se niegan a sentarse a hablar sobre cualquier cosa que suponga un coste», aunque esos gastos vayan a ser reembolsados por el Concello en el ejercicio siguiente, señalan los trabajadores.

Por otra parte, el comité de empresa hace un llamamiento al Concello de Vigo, responsable de la concesión, por inhibirse ante esta situación de precariedad laboral. No comprenden cómo el gobierno municipal no atiende a sus quejas, cuando el servicio que Vitrasa concede a la ciudad está siendo «deficiente». Los pasajeros se quedan en las paradas por haber llenado el aforo, a pesar de tener a diario «ocho o diez» autobuses parados en las cocheras.

Exigen la «necesaria» ampliación de la plantilla de conductores y que todos ellos cuenten con contrato fijo. «Están cubriendo puestos estructurales con diferentes grupos de trabajadores eventuales en rotación, para poder mandarlos a casa cada tres meses y no generen antigüedad», denuncia Arnoso.