Descubren seis muros del siglo XIX con las obras del túnel de la Porta do Sol de Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

cedida

El Concello cambia el proyecto para no dañar las estructuras de granito

27 jul 2021 . Actualizado a las 08:29 h.

El equipo que lleva a cabo el control arqueológico de las obras del túnel de la Porta do Sol ha podido documentar hasta seis estructuras de muros de granito inéditos que podrían datar del siglo XIX bajo la calle la calle Policarpo Sanz. Los expertos creen que podrían tener relación entre sí y con un enigmático pasadizo subterráneo que apareció durante los sondeos previos que se realizaron en 2017 y 2018 para conocer el potencial arqueológico del subsuelo. Este paso subterráneo está alterado por el centro de transformación de Fenosa instalado en su interior, pero su estado de conservación es bueno. De cronología contemporánea, no se pudo determinar hasta ahora su función exacta. Tiene 18 metros de longitud y 2,10 de altura. Se accede al mismo desde la rúa dos Canos. La parte más estrecha está construida en bóveda de cañón hecha con piedras de granito, mientras que el resto tiene el techo plano.

El pasadizo y los muros que acaban de salir a la luz podrían formar parte del mismo puzle de la antigua configuración urbana, que ahora los arqueólogos tratan de componer. Trabajan con planimetrías antiguas y bibliografía para interpretar estos hallazgos.

Los muros presentan alzados considerables, de cuatro a cerca de siete metros. Se trata del descubrimiento más interesante que ha realizado por el momento el grupo dirigido por la arqueóloga Sandra González Parente, de Anta da Moura. Su interés histórico radica en que podrían formar parte de aquel nuevo Vigo que se expandió tras el derribo de la muralla levantada a mediados del siglo XVII y cuyo único resto que queda hoy visible son las ruinas del Castelo de San Sebastián. Cuando pasaron los momentos de inseguridad, dicha muralla suponía un atranco para la expansión urbana, por lo que se derribó en 1869.

La primera estructura es un muro de un metro de alzado y se piensa que pudo formar parte de una edificación. La número 2 es un muro granítico que podría tener relación con el enigmático pasadizo. La tercera está conformada por dos muros haciendo esquina y tiene cuatro metros de alzado. Los arqueólogos localizaron aquí una ventana de 80 centímetros de ancho por 123 de alto. Creen que puede estar relacionado con un ramal del pasadizo. La cuarta estructura atraviesa la calle de este a oeste y tiene diez metros de longitud por 2,25 de ancho máximo registrado. Tiene forma irregular escalonada y hasta 4,6 metros de alzado. Se cree que puede ser un contrafuerte de refuerzo para otro muro, o que pudo servir de contención de terreno. La estructura 5 tiene dimensiones similares al anterior. El muro 6 atraviesa la vía de norte a sur y tiene casi siete metros de profundidad.

La investigación arqueológica llevada a cabo en una primera fase antes de la pandemia tuvo numerosas dificultades técnicas y de seguridad. La causa fue el gran alzado de los muros, que supuso una excavación de al menos cinco metros sobre la rasante de la calle para localizar la base. Llegar a una cota de casi siete metros de profundidad podría suponer problemas para la seguridad de los edificios colindantes, por lo que se concluyó que no eran necesario. Los problemas se acrecentaron por realizarse por debajo de servicios que no podían ser desmontados.

El Concello modificó el proyecto inicial del túnel de la Porta do Sol para minimizar el impacto sobre estos restos arqueológicos realizando una excavación menos profunda. Concretamente, va a cambiarse la geometría de la rampa de acceso al túnel desde Policarpo Sanz

El equipo arqueológico registró otros hallazgos del siglo XX. Destaca un tramo de las antiguos raíles del tranvía. Las obras del túnel están situadas en el ámbito de un yacimiento arqueológico de origen romano y medieval del Casco Vello.

Francisco Leiro: «Me parece bien que se refuerce la estructura del Sireno»

El autor de la obra del Sireno, Francisco Leiro, se mostró ayer conforme con el reforzamiento de la cimentación de la escultura para evitar cualquier percance durante el transcurso de las obras. «Me parece bien que se refuerce la estructura del Sireno», dijo el escultor de Cambados.

Sin embargo, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, manifestó que «es una falsedad» que el Sireno presente riesgo de caerse. «Vamos a reforzar todavía más la seguridad, pero no hay ningún riesgo. Los técnicos dicen que es bueno reforzar todavía más la seguridad para que aguante un número indefinido de años, sin tener que hacer un refuerzo dentro de diez o de quince».

No obstante, como publicó La Voz el domingo, el informe técnico señala «o risco de envorco [de volcado] ante a elevada esbeltez do elemento escultórico». Eso es lo que ha movido a los técnicos a reforzar la cimentación de la escultura de Leiro, ya que el riesgo para la escultura no estaba previsto en el proyecto inicial del túnel y ha obligado a modificarlo.