La Xunta «identificará y dará soporte» al comprador que dé viabilidad a Barreras

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

La primera convocatoria de huelga del naval en ocho años escenifica en la calle la crisis de los grandes astilleros de Vigo a pasar de la desunión de los sindicatos

23 jul 2021 . Actualizado a las 04:50 h.

Hacía ocho años que los trabajadores del naval no patrullaban por las calles de Vigo en defensa del sector. Ayer salieron, convocados por CC.OO., pero no hubo multitud a diferencia de anteriores batallas laborales, porque faltó unión sindical, y triunfó la sensación de desánimo (¿derrotismo?) que se ha apoderado de las vacías instalaciones de los grandes astilleros de extremo a extremo de la ría de Vigo, desde Beiramar a Teis, desde Barreras a la antigua Vulcano y Metalships.

Sin el apoyo de UGT y CIG, se movilizaron alrededor de 200 trabajadores, de los 8.000 que empleaba el naval de la ría al cierre del 2020, cifra que se ha visto sensiblemente reducida con la finalización de contratos de obra en la industria auxiliar tras la marcha del crucero de Barreras al astillero santanderino Astander.

La huelga tubo baja repercusión en Freire Shipyard y Armón Vigo. Ambos constructores, con una apretada cartera de pedidos, mantuvieron la actividad a puerta cerrada; y según fuentes de Asime, la patronal gallega del naval, en la industria auxiliar la incidencia de la convocatoria fue «mínima».

Los trabajadores movilizados marcharon en manifestación por las calles de Vigo y provocaron un importante colapso de tráfico con un sentada en pleno centro, antes de trasladarse a la delegación de la Xunta. Allí, los representantes de los comités de comités de empresa de Vulcano, Barreras, Freire, Armón y Metalships trasladaron a Marta Fernández Tapias, la delegada territorial de la Administración gallega, la petición de una entrevista con el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, para abordar la situación de crisis de los grandes astilleros y su impacto en la industria auxiliar.

Al término de la movilización, Ramón Sarmiento, delegado sindical de Barreras, avanzó próximas acciones reivindicativas. «Como esperemos a septiembre nos vamos a encontrar con que esta película se acabó. Hoy empezamos, pero no empezamos para hacer una movilización puntual, van a pasar cosas», advirtió.

 Operación venta de Barreras

A poco más de una semana para que la parte de astilleros y auxiliares que mantienen actividad se vayan de vacaciones, la mayor incertidumbre está en Hijos de J. Barreras, una vez conocidas la dimensiones de la grave crisis de viabilidad en la que se encuentra, con 120 millones de euros de deuda y un agujero patrimonial de 77 millones de euros al cierre del 2020. El Boletín Oficial del Registro Mercantil hizo ayer público el cese del consejo de administración del astillero y el cambio de estatutos de la sociedad que pasa a estar gestionada por un administrador único. Kroll, la consultora que tiene el mandato del fondo de inversión Oaktree de reestructurar el astillero para poner a salvo la unidad productiva y sacarla a la venta, sigue adelante con el plan de cerrar el proceso de viabilidad antes de que termine al año.

La consultora cuenta en su cometido con el apoyo de la Xunta de Galicia. Según ha podido saber este periódico, la administración gallega ha asumido el compromiso de colaborar con Kroll en la «identificación» de potenciales compradores dispuestos a dar viabilidad a la actividad de construcción naval de la unidad productiva. Tras la reunión mantenida con Oaktree y Kroll, y según ha trascendido, la Consellería de Industria, ha aceptado «dar soporte» al proyecto inversor o socio industrial que adquiera Hijos de J. Barreras, siempre que sea el adecuado.

De momento, Hijos de J. Barreras se prepara para un largo período de inactividad, que ya viene arrastrando desde hace más de tres meses, y lo hace con un ajuste temporal para 127 trabajadores del total de 140 en nómina, además del despido de una veintena de empleados de carácter eventual. La idea de la empresa es establecer turnos rotatorios en los distintos departamentos del astillero a partir de octubre, y durante un período máximo de vigencia de un año.