El vértigo de verse en una fachada en París

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

VIGO

Andrea Pozo, a la derecha, en Nigrán; a la izquierda, en el mural con su cara en un edificio de París
Andrea Pozo, a la derecha, en Nigrán; a la izquierda, en el mural con su cara en un edificio de París XOAN CARLOS GIL

La directora de arte Andrea Pozo protagoniza, junto a su hija, un mural de once pisos de la artista Lula Goce en el icónico barrio de Montmartre. «Es emocionante»

10 jul 2021 . Actualizado a las 18:38 h.

Ha diseñado «mil bares y montones de comisarías de policía» para películas y series, lo que nunca había hecho Andrea Pozo (Vigo, 1974) es convertirse ella misma en un escenario. Su imagen, agarrando la mano de su hija Elena, luce desde esta semana en una medianera del icónico barrio de Montmartre, en París. «Da vértigo», confiesa. La artista Lula Goce firma la obra de 250 metros cuadrados y once pisos de altura que ya forma parte del paisaje urbano de la capital europea. «Lula tenía un encargo, y me propuso que saliéramos mi hija Elena y yo. Al principio me daba vergüenza, pero como tenemos mucha confianza, le dije que sí porque me pareció un proyecto precioso. Se supone que yo le estoy transmitiendo a mi hija la fuerza para luchar. Me parece muy bonita la parte que representa nuestras dos manos cogidas. Es emocionante».

La diseñadora de arte tiene pendiente un viaje a París para ver en persona el mural y «para medir su dimensión». Tendrá que buscar un hueco en su agenda y es que Andrea Pozo trabaja ya en su nueva película, «una especie de fábula en la que la actriz principal comparte protagonismo con la naturaleza. Me apetece muchísimo». En su cabeza nacen los escenarios donde se desarrollará la acción. Todo empieza con la lectura del guion y el desglose. «Es el ejercicio que hacemos todos cuando leemos un libro: te vas imaginando cómo es la casa del protagonista, qué coche tiene, cómo va peinado... Lo que no describe el libro, lo imaginas. En ell equipo de dirección de arte tenemos que llevarlo al extremo e imaginarlo absolutamente todo». A veces, los escenarios están clarísimos, otras veces hay que buscar y, en ocasiones, hay un objeto que se convierte en protagonista. A sus espaldas lleva más de 70 proyectos en los que ha trabajado. En medio centenar de ellos, Andrea Pozo ha liderado el diseño de los escenarios como directora de arte. Hay nombres tan conocidos como Cuñados, Fariña, Vidago Palace, Hotel Almirante o programas como Hai debate.

Youri Fatianoff

Entre anticuarios y decorados

Cuanto más cercana en el tiempo es la historia, más complicada es la labor de Andrea Pozo y de su equipo. «Si tengo que hacer algo del siglo XVIII y me equivoco y pongo un objeto que apareció décadas después, puede pasar desapercibido, pero si es de los años 80, mucha gente estaba ahí y puede detectar el error. Te tienes que documentar mucho, leer mucho, buscar en pelis, en fotos, a veces no hay fotos y ves cuadros». Un proceso de documentación que incluye muchas entrevistas y visitas, «si haces un filme de médicos tienes que hablar con muchos, si está ambientado en una editorial, tienes que ir a una». Una de las partes de su trabajo con las que más disfruta es con las visitas a anticuarios. «A mí me encanta acompañar al regidor porque en los anticuarios siempre encuentras cosas que no buscabas y se acaban convirtiendo en protagonistas. Una vez que tienes todo vas a por el tesoro, un objeto que ponga la guinda al decorado. Puede ser desde una figura de una foca disecada a una lámpara». Internet facilita la tarea, aunque no siempre se consigue esa botella de refresco de hace varias décadas. «A veces acabas comprando un objeto que necesitas a un señor de Wisconsin o a alguien que vende un lote de zapatos de lujo que te hace falta para un armario. Todo tiene que ser para ya, si no lo encuentras lo tienes que crear».

Con cuatro años, en casa de su madrina, en Pontevedra. En las Fiestas de la Peregrina todos los primos se vestían con el traje tradicional gallego.
Con cuatro años, en casa de su madrina, en Pontevedra. En las Fiestas de la Peregrina todos los primos se vestían con el traje tradicional gallego. XOAN CARLOS GIL

Otra dificultad es rodar en exteriores en sitios como Galicia, donde siempre hay que tener un plan B . A pesar de las inclemencias meteorológicas, la comunidad se ha convertido en un plató muy valorado. «Galicia está de moda, dicen que esta luz no la hay en otro sitio. Yo creo que es por los buenos profesionales que hay aquí». dice. Trabajar cerca de casa y de sus dos niños es una condición para esta viguesa que empezó estudiando periodismo y que acabó diseñando escenarios por influencia de su tía, Marta Villar. «Lo que más me gustaba era diseñar muebles, no pensaba en la televisión. Tengo una tía que es decoradora y le pedí que me dejara ir sujetándole la carpeta. En contraprestación, ella me pidió ayuda en una serie, allá fui y aquí acabé». Tampoco estaba en sus planes ser protagonista de un mural en Montmartre, a solo seis minutos en taxi de uno de los escenarios que más películas ha protagonizado, la fotogénica Torre Eiffel.

Su canción

«BlackBird», de The Beatles. «Me encantan los Beatles y me gusta mucho la melodía de esta canción. Blackbird me transporta a una época muy bonita de mi adolescencia, la de mis estudios en Salamanca; y a las fiestas en la playa, churrascadas... Donde mi mejor amigo llevaba la guitarra y solíamos cantarla».