Los juzgados de Vigo no hacen ruedas de reconocimiento desde hace 16 meses pero 22 figurantes acuden a diario a firmar

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo de los juzgados de Vigo
Imagen de archivo de los juzgados de Vigo M.MORALEJO

Los actores que participan en las identificaciones policiales son condenados que cumplen trabajos en beneficio a la comunidad y deben ir cada día a las 9.00 horas aunque no haya ninguna sesión programada

08 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los juzgados de Vigo llevan 16 meses sin celebrar ruedas de reconocimiento por miedo a los contagios por covid. Estas sesiones de identificación de sospechosos, realizadas en los calabozos del edificio de la Audiencia, se suspendieron en marzo del 2020, con motivo del inicio del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus. No obstante, los 22 condenados a trabajos en beneficio de la comunidad que componen el grupo de figurantes o actores que participan en la rueda de reconocimiento siguen acudiendo cada día a las 9.00 horas a firmar y ponerse a disposición del juzgado toda la mañana por si ese día se ha programado alguna sesión, lo que nunca ocurre.

Los juzgados paralizaron toda su actividad durante el confinamiento, salvo los casos urgentes, y cesaron las identificaciones. Al volver la normalidad, las ruedas de reconocimiento no se reinstauraron ni ningún abogado lo pidió. La razón es que es arriesgado juntar a seis u ocho personas en un mismo cuarto sin mascarilla, ya que si estuviese con la boca y la nariz cubiertas, el delincuente no podría ser reconocido al 100 %.

En estas ruedas, un grupo de personas, entre ellas el sospechoso de un delito y media docena de figurantes que hacen de bulto, comparecían en hilera en una sala y un testigo señalaba, a través de un cristal tintado, al que identificaba como el delincuente. Si reconoce al detenido, la prueba se da por positiva pero otras veces el denunciante duda entre varias personas porque tienen un aspecto físico parecido y apuntan a un funcionario que hace de actor y que era a todas luces inocente.

Hace unos años, los funcionarios fueron reemplazados por condenados a jornadas de trabajos comunitarios. Los abogados elegían entre los 22 candidatos y seleccionaban para la rueda a aquellos que se parecían más físicamente a su cliente para hacer dudar al denunciante. Los seis o siete elegidos pasaban a una sala junto al sospechoso detenido por la policía y el testigo los examinaba y señalaba al que creía culpable.

En los últimos años hubo numerosas sesiones de este tipo pero se cancelaron con el covid. Ningún abogado ni juez ha pedido, hasta ahora, más identificaciones de este tipo.

La prueba de la rueda es válida en un juicio aunque pesa más el hecho de que el denunciante reconozca al autor dentro de la sala. Pero hay sorpresas. Una vez, el testigo de cargo señaló a un miembro del público. Y otra, varios testigos culparon a un acusado durante el juicio pero él, tras repetidas protestas, probó que ese día estaba en la cárcel. La jueza envió un fax a la prisión de A Lama y allí le confirmaron esa coartada.