Churruca propone alargar horarios para evitar más botellón

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

La nueva asociación de hosteleros se rebela contra el estigma del colectivo; han elaborado un decálogo de convivencia

07 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El barrio de Churruca carga de desde los años 80 con una mala fama que en su día se ganó a pulso en noches interminables. Los que hoy están al frente de buena parte de los bares de la zona jugaban en los parques ajenos a todo eso y ahora que la vida los ha llevado a estar detrás de una barra en el momento más complicado de la profesión debido a la pandemia del covid, alzan la voz porque creen que tiene derecho a sacarse de encima un estigma heredado y porque piensan que hay otras formas de contribuir a acabar con los contagios y colaborar con las autoridades sanitarias. «Esa fama que arrastramos de barrio oscuro y noctámbulo, hace mucho que ya no se corresponde con la realidad, que llevamos mucho tiempo trabajando por hacer actividades culturales y sociales diurnas», afirma Marya Lago, presidenta de la nueva asociación que agrupa, por ahora, a una decena de locales: The Monk, Reserva Rock, Kominsky, Tinta Negra, Batallón, A Casa de Arriba, Candela Bizarre, Gotham y Radar Estudios.

Ana Belén Magdalena recuerda que los objetivos por los que nace el colectivo tienen que ver con dar visibilidad al barrio y ayudar a mejorarlo, «estar presentes en el Concello como asociación para presentar propuestas conjuntas yendo de la mano con ellos», cuenta explicando que han empezado a hacer pequeños gestos, como una campaña de reciclaje o la elaboración de unos carteles a modo de decálogo que el que aparecen escritas las normas bien claras «para disuadir a la gente de conductas irresponsables». No son normas suyas, sino las que están vigentes en la legislación y otras de sentido común, como la de respetar el descanso de los vecinos o el mobiliario urbano. Otras recuerdan a la clientela que está prohibido hacer botellón y que el uso de la mascarilla en el interior de los bares es obligatoria. «Nos hemos reunido la policía local y nacional para ir de la mano, para ayudarnos mutuamente y remar en el mismo sentido», remarcan. En este sentido, indican que se encuentran en el ojo del huracán, culpabilizados por una situación generada por el covid en la que sienten que el papel de malos de la película que les ha tocado, no es justa. «De puertas para adentro, la situación la controlamos bien, pero de lo que ocurre fuera no podemos responsabilizarnos a pesar de que lo intentamos, pero no somos policías». Las representantes de la asociación recuerdan que desde que se reabrió el ocio nocturno el pasado jueves, solo el 30 % de la hostelería viguesa ha optado por volver a la actividad. En pocos días se han sucedido escenas de botellones multitudinarios que pueden acabar de nuevo con restricciones mucho más severas. «Las restricciones de aforo y de horario mezcladas con buen tiempo son un cóctel explosivo que hace que la gente se echa a la calle. Está claro que no está funcionando, pero no pueden volver a cargar contra nosotros», lamentan, y proponen, en cambio, que se alargue el horario de cierre, como el verano pasado, porque creen que con los bares abiertos es más fácil dominar el asunto.