El Puerto ha insistido en que se hace por seguridad jurídica porque, en el caso de accidente de trabajo, se podría producir un problema legal y se trata de «dar seguridad jurídica a cualquier actividad que se realice en el astillero». Los trabajadores, en cambio, creen que el astillero Vulcano está mejor dotado y es más seguro que el muelle de reparaciones de Bouzas, donde hace unos meses se hundió un barco. Están preocupados por sus compañeros que siguen en paro en casa. En estos momento solo hay siete trabajadores de Vulcano que siguen trabajando en el astillero. Otra decena se ha recolocado en diferentes empresas del naval, otros se han jubilado y la mitad de la plantilla está en el paro.