Evaristo Pereira lleva más de 40 años dedicado a la ilustración en distintos ámbitos
27 jun 2021 . Actualizado a las 01:15 h.«Eu me considero un debuxante todoterreno, fago de todo», dice Evaristo Pereira, un vigués de 62 años que tanto hace ilustraciones para libros de historia o de texto como una caricatura o un alzado para realizar un mapa idealizado de alguna ciudad gallega. Lleva más de 40 años trabajando en el ámbito del diseño gráfico publicitario, la ilustración o, más recientemente, en la caricatura. Y ya apunta cuáles serán sus siguiente objetivos: «Cando me xubile, teño pensado escribir e pintar». No obstante, aclara que lo que más le gusta es el dibujo con lápiz.
Su aventura artística se remonta a la infancia, a aquellos recreos con lluvia que obligaban a los niños a permanecer en sus clases por la falta de patios cubiertos. «Eu, na escola, estaba debuxando continuamente; facía unha lectura do tema que tocaba aquel día e xa a escondidas, púñame a debuxar. Nos recreos pasados por chuvia, enriba miña tiña unha morea de rapaces mirando como debuxaba, e lles encantaban», recuerda Evaristo Pereira.
Su impulso natural se vio mejorado técnicamente con su paso por la Escola de Artes e Oficios de Vigo, donde tuvo por maestro a Remigio de Torres. «Tiven certa frustración de neno porque eu quería tomar clases co pintor San Luis, pero cobraba e nós eramos dunha familia humilde», señala el artista. Compensó esa situación con los estudios de delineación que realizó en la Escuela de Maestría Industrial.
Hasta cuatro agencias de publicidad de la ciudad olívica contaron con sus lápices, la última de ellas fue Variografik, de Carlos Núñez, «Le Vieux», «para min foi un mestre e téñolle moito aprecio e cariño». En todo ese tiempo, el mundo de la ilustración experimentó un enorme cambio tecnológico debido a la llegada del mundo digital. «Custoume bastante adaptarme ás novas tecnoloxías; é certo que axuda moito a facer deseño, pero a min sempre me gustou moito traballar como se traballaba antes, en mesas de debuxo, coa cuchilla, a regra e o rotring, son da vella escola», afirma para explicar el enorme cambio tecnológico que supuso la llegada de los ordenadores y los programas de diseño.
Sempre Benéfica
El paso de Evaristo Pereira a la ilustración editorial se produjo en 1979 de la mano del pintor Xosé Guillermo, que lo llamó para trabajar en el primer diccionario de Xerais. A partir de entonces, puso su enorme talento a disposición de distintos proyectos editoriales, tanto en Xerais como en Ir Indo. En los años ochenta, este dibujante vigués tuvo sus contactos con el mundo del cómic a través de las revistas Tintimán y Katarsis. Y ya más recientemente, se decidió a abordar de forma integral un libro gráfico propio. Sempre Benéfica Cidade de Vigo fue editado por el Instituto de Estudios Vigueses, y en él, Evaristo Pereira narra la llegada de los conocidos como barcos de la muerte, en los que regresaron las tropas españolas derrotadas tras el Desastre del 98. Con esta institución viguesa ha realizado varios trabajos en colaboración con otros autores. «É un traballo que me gusta moito porque require unha intensa labor de documentación para recrear outras épocas», reconoce.
Aunque está abierto a todo tipo de proyectos, en la actualidad combina las ilustraciones para editoriales con la realización de caricaturas por encargo. «É un traballo moi difícil porque non só é sacar os rasgos dunha persoa, hai que introducir moitos matices que complican o traballo; ademais, xa me ten pasado que alguén non recoñece as dimensións do seu nariz e teño que explicarlle o que é unha caricatura», señala el dibujante.
Casco Vello y atletismo
«Eu noto que fun progresando a medida que foron pasando os anos, tanto no deseño como no debuxo, pero eu quero sempre manter un estilo propio, especialmente no eido do debuxo infantil; o estilo é a firma do autor», explica Evaristo Pereira que, por distintas circunstancias, no ha podido realizar una exposición personal hasta ahora.
El artista tiene una querencia especial hacia el Casco Vello de Vigo. Está siempre en todas las acciones que organiza, a lo largo del año, la asociación de vecinos de esta zona de la ciudad. Durante la Reconquista, en los maios o incluso en el Orfeón Mariñeiro do Berbés, Evaristo está rápido en colaborar.
Otra de las pasiones del artista vigués el deporte, en general, y el atletismo en particular. Jugó en el Celta infantil, pero a los quince años se enganchó al atletismo, que ha practicado hasta que una lesión le apartó definitivamente. Junto a otras personas de la ciudad, Evaristo Pereira fue uno de los fundadores del Club de Atletismo Vigo. Ahora no corre, pero no para de andar.