España no exigirá pruebas o controles en la frontera con Portugal

VIGO

XOAN CARLOS GIL

La ministra María Jesús Montero pide «disculpas por la confusión» que ha supuesto el documento sobre la exigencia de controles y confirma que se rectificará y la situación será la normal

08 jun 2021 . Actualizado a las 22:10 h.

España no va a exigir ningún tipo de prueba ni protocolo adicional para cruzar la frontera terrestre con Portugal, ha subrayado este martes la ministra portavoz, María Jesús Montero, que ha pedido «disculpas por la confusión» que ha supuesto el documento sobre la exigencia de controles en la frontera. Las palabras de la ministra tras el consejo celebrado hoy en Madrid zanjan el revuelo que suscitó la nueva resolución de la Dirección General de Salud Pública de España, publicada ya en el BOE y que obligaba a contar un certificado sanitario para entrar en el país desde Portugal. De «error» o «lapsus»,  lo catalogó desde un principio el ministro de Asuntos Exteriores luso, Augusto Santos Silva. Pero lo cierto es, que mientras nadie lo remedie, está en vigor desde el lunes el Real Decreto-ley 8/2021 por el que se equiparan los requisitos para circular desde Portugal a España por vía terrestre, con los que ya se exigían para los vuelos y el transporte marítimo. Tras dos días de incertidumbre, la normativa que suponía una nueva vuelta de tuerca a la continua sucesión de despropósitos que mantienen en vilo a los residentes en zonas fronterizas y en un momento especialmente difícil, ya que está en marcha la operación verano, se ha disipado. La nueva norma convertía a la raia se ha convertido en terreno fangoso. Al menos para los que vivan a más de 30 kilómetros de un punto fronterizo y quisieran ir más allá porque, irse a tomar un café desde Valença a Vigo podía costar hasta 3.000 euros.

Según ha explicado la portavoz del Gobierno, el Ministerio de Sanidad «ya ha transmitido que el desplazamiento por tierra entre Portugal y España va a volver a donde estaba; no se va a requerir ningún tipo de prueba, ni protocolo adicional de lo que se venía exigiendo».  Montero ha explicado que el error en el documento de Sanidad «es como si se hubiera mimetizado en el documento lo que se estaba produciendo en otros espacios» y aplicándolo a Portugal.

«Pedimos disculpas si se ha podido producir alguna confusión, pero ya el ministerio ha dicho que se va a revisar la totalidad del documento y mañana estará incluida esa modificación»

«Tiene que ser un error o una equivocación. No tiene sentido y consideramos que tampoco validez ya que no ha sido una decisión consensuada sino tomada literalmente por España», indicó el alcalde de Valença, Manuel Lopes. No se anda con miramientos. «Es una auténtica falta de respecto y esperemos en que se corrija rápido», sentencia.  Su homólogo tudense, Enrique Cabaleiro, también se mostró taxativo. «É un claro despropósito e non podemos máis que pedir e esperar unha rectificación», insiste el alcalde de Tui.

Mientras estuviera en vigor esta normativa, solo se podían adentrar en el país vecino quienes residieran a menos de 30 kilómetros. Esto implicaba que los valencianos no podían llegar a Vigo, los de Cerveira se quedarían, como muy lejos en Tui y los de Caminha no podrían llegan siquiera a cruzar el río a no ser que lo hagan por Cerveira ya que el ferri está parado y, en cualquier caso, llevar siempre encima los documentos que lo acrediten. La norma establecía que todos los que vinieran desde Portugal debían tener un test negativo, estar vacunado o una prueba de haberse recuperado ya, pero no especificaba tampoco que estén exentos los españoles de regreso a casa ni los tiempos, por lo que ese vacío legal incrementa la incertidumbre. Para calentar más el ambiente, el test debía estar traducido a español, inglés, francés o alemán, sin valorar siquiera que pueda estar en portugués o en gallego.

La indignación se contagia. «Nos sorprendió esta información y es lamentable conocer las noticias en los periódicos, con todo el respeto que los medios merecen. Lo que debería ser un asunto serio, es ser tratado como otro embrollo, indicó el alcalde de Cerveira», Fernando Nogueira. En Caminha, el alcalde tampoco da tregua. «Es un absurdo y casi una provocación. Un absurdo por ser un error, en un momento en el que la situación de Portugal es mejor que en España, porque no salvaguarda a la totalidad de los trabajadores transfronterizas y porque surge cuando los dos países han de levantar la cabeza», señala Miguel Aves.