El museo completa las obras de la exposición IlustradAS y mantiene abierto el proyecto de crear un gran tejido realizado por mujeres
14 jun 2021 . Actualizado a las 17:20 h.Con la llegada de la obra de Lidia Cao se completa la exposición IlustradAS que se puede ver en el Museo Liste hasta final del presente año. Esta muestra, en la que intervienen once ilustradoras gallegas, forma parte del proyecto Sororidade, palabra aceptada por la Real Academia para definir la hermandad entre las mujeres en su lucha por el empoderamiento. «Abrimos el proyecto Sororidad en el 2019, y en su primer año invitamos a asociaciones y artistas para que aportaran sus obras. Ya este año, decidimos dedicarlo a las ilustradoras», explica Victoria Vázquez, directora del museo.
Con esa idea, invitaron a participar a unas veinte personas conocidas por su trabajo en el ámbito de la ilustración, todas ellas con un perfil feminista, aunque no hayan trabajado exactamente sobre la sororidad. Once aceptaron el reto. Fueron Eva Casais, Hey Judy, Paula Mayor, Gemma Marqués, Abi Castillo, Candela Piñeiro, Nuria Figueiredo, Lidia Cao, Paula Tova, María Uve y Bea Gregores. «Queríamos que nos diesen una visión actual, por así decirlo, de la sororidad; qué entienden ellas por sororidad, porque, sorprendentemente es una palabra que todavía muchas mujeres no conocen su significado, a pesar de que ya está aceptada por la Real Academia. Queríamos difundirla a través de las artistas», añade la directora del centro.
La exposición se fue conformando en los últimos meses con aportaciones regulares de las artistas involucradas. La última fue Lidia Cao, que aportó la obra titulada Entre un mundo de espiñas. «Han hecho obras completamente distintas y desde una perspectiva muy personal, unas más documentales y otras más sutiles; incluso dos de ellas, Inés Elorrieta (Hey Jude) y Nuria Figueiredo utilizaron la cerámica», señala Victoria Vázquez.
Desde el museo querían que las obras no necesitasen la explicación de sus autoras, sino que fuesen interpretadas por los espectadores, «porque entendemos que el arte debe algo que todos podamos sentir, si no, ya se convierte en intelectualizado». En ese sentido, las artistas comprendieron bien ese aspecto. «Lo que más nos gustó a todas fue que las artistas son muy suyas; no las conocíamos a ninguna, pero cada una se expresó de una forma muy distinta en el mismo concepto», dice la directora.
En paralelo, y ocupando la misma sala donde se exponen estas obras, el Liste desarrolla un proyecto participativo y simbólico. Consiste en hace cuadrados de tejido, que se van uniendo unos con otros, aportados por las mujeres que lo deseen. «Entre todas, podemos hacer un tejido que nos una, como dijo María Lagarde. No es una obra, son pequeños trocitos de tejido que se van uniendo, y a final de año pretendemos sacarlo a la calle y ver hasta dónde llegamos, a ver si hacemos ocho kilómetros. La idea es que las asociaciones que nos visitan se impliquen; de momento, están respondiendo muy bien, yo creo que ya tenemos cerca de un kilómetro», concluye Victoria Vázquez