La nueva editorial viguesa que dispara tiradas de cien balas

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

«Mondo hediondo», novela de debut de Linda Lamarr, es el primer lanzamiento

29 may 2021 . Actualizado a las 17:30 h.

Con el músico Julián Hernández como maestro de ceremonias, el lavadeiro da Barroca, rincón auténtico en la calle Poboadores del Casco Vello vigués, fue ayer el escenario de la puesta de largo de la editorial Cien Balas y de su primer disparo: la novela Mondo hediondo, de Linda Lamarr. La idea es la culminación de un sueño del periodista Alberto Alonso, que, como confiesa, siempre quiso hacer realidad una iniciativa de ese calado creativo. La casualidad hizo que se cruzara con ella sujetando entre sus manos las galeradas de la obra (no la primera que escribe, pero sí la primera que tenía interés en publicar). Tenía que ser ya, porque tanto su creación como su contenido, se generaron en el contexto de la pandemia y estaba dispuesta a sacarla en modo fanzine. Pero Alonso la paró en seco y con la historia en sus manos, empezó a barruntar el proyecto en el que brotaban las ideas como ráfagas de ametralladora. Pensó en llamarle Cien Balas porque serán siempre tiradas de cien copias como sendos proyectiles lanzados con marchamo de calidad, todos numerados y firmados por sus autores, como un objeto especial y único. Si atraviesan la piel del público, harán más. Si no, quedará la huella y la oportunidad brindada a sus autores, muchos de ellos alejados del mainstream.

De repente, Lamarr, además de ser la primera de esa lista, se convirtió en socia y directora de contenidos. Así, sin entrevista previa ni ficha en LinkedIn. En un par de meses, Cien Balas se ha convertido en un fenómeno editorial a pequeña escala, una revolución local que ha removido la paralítica, rácana, cutre y rancia escena cultural viguesa de brillo sin enjundia. «No buscamos hacer dinero, sino darnos el gusto de publicar lo que nos apetezca, no solo novela, también cómic, poesía, etcétera», cuenta Alonso avanzando que, de hecho, «el próximo será de fotografía».

La primera autora, Belén Lamas "aka" Linda Lamarr: «Durante la pandemia quise morir»

Linda Lamarr es el alter ego de Belén Lamas (Vigo, 1966). Licenciada en Filología Inglesa y Alemana, estrenó la primera tirada de su novela Mondo hediondo vendiéndola en dos días. Está a punto de agotarse la segunda. Hay editoriales de peso que tardan meses en despachar lo mismo. La viguesa ha combinado a lo largo de su vida su trabajo como profesora de inglés con su militancia en bandas como Pussycats o Heroínas, que ayer actuaron en la presentación que contó con su admirado Julián Hernández, líder de Siniestro Total como maestro de ceremonias. «Tengo nuevo grupo de rock, Anti-Mums, que no quiere decir que estemos contra las madres, -de hecho una de nosotras lo es-, sino contra la obligación que parece que tenemos las mujeres de querer serlo».

-El libro se plantea como una entrevista y un diario que se combinan ¿Qué hay de real?

-Mucho. Tiene que ver con lo que nos ha tocado vivir y hay personajes auténticos. La gente juega a adivinar quiénes son. Lo que he querido ha sido dignificar la situación de personas al margen de la sociedad que en la pandemia han sufrido más. Creo que hay cierta lírica en el perdedor. Es un libro sincero porque además ni pensaba publicarlo, no hay filtros. Añadí esa entrevista sobre mi presente y mi pasado, además de canciones y poemas, para crear un personaje.

-La novela refleja un mundo cotidiano, de bajar a comprar el pan en zapatillas, y otro mucho más oculto

-Sí. No hay tabúes. Es un mundo cerrado que se compone de cuatro personas que formamos una sociedad sanadora que nos protege contra el ataque de este siglo XXI que nos aturde y donde no hay piedad con el olvidado y el marginal. Este cambio social aboca a muchos a esos papeles. Los que nacimos en el siglo XX no estamos acostumbrados.

-Suena un poco a negacionismo...

-No, el negacionismo conspiranoico es ridículo, pero tengo conciencia crítica. A la gente parecía no importarle estar en un estado policial y sin derechos, sin protestar. A mí me parece terrible.

-¿Cómo se accede a este proyecto tan vigués?

-El tuétano de Cien Balas es de Vigo pero su vocación geográfica no tiene fronteras. Estamos creando la web (edicionescienbalas.com) y de momento se pueden encontrar en la tienda de discos Honky Tonk o en mi Messenger en Facebook.

-También hay pesimismo y a la vez, humor subterráneo. ¿Lo pasó muy mal en la pandemia?

-Sí. Quise morir. El libro es pesimista pero también tengo ese humor negro. Tiendo a la ironía.