Investigan qué variante del coronavirus provocó un brote con marineros indios en un barco en Vigo

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Óscar Vázquez

El buque provenía de Southampton y está amarrado en el puerto desde el lunes; hay seis contagiados, dos de ellos ingresados, y 16 en cuarentena

29 abr 2021 . Actualizado a las 21:16 h.

Un barco con bandera de Singapur atracado en Vigo sufrió un brote de coronavirus a bordo en los últimos días. Hay seis contagiados, según fuentes que conocen el caso, y otros 16 en cuarentena. Dos están ingresados en el Hospital Vithas Vigo (Nuestra Señora de Fátima) y el resto permanecen confinados en el buque, tanto los aislados como los cuarentenados. El servicio de microbiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) está secuenciando media docena de muestras, con el fin de averiguar qué variante del coronavirus presentan los enfermos. Como varios de los tripulantes del barco son indios, una posibilidad es que sea la llamada variante india, conocida científicamente como linaje B.1.617.

No está claro que lo sea. Pero hasta que la secuenciación no se complete, no se conocerá con certeza. Las pruebas no han arrojado ningún dato que haga sospechar que los tripulantes del Prometheus Leader se hayan contagiado con la variante india. Además, el buque llegó a Vigo el lunes 26 procedente de Southampton, en el Reino Unido, adonde había llegado procedente de Alemania y Bélgica. Este mismo mes también había atracado en Vigo. Pero, en todo caso, no viajaba desde la India. Al llegar a la ría, fue necesario evacuar al hospital a un tripulante con síntomas compatibles con la infección. Ayer se hicieron PCR a todos.

Pero sí hay algunos datos que han movido a, al menos, investigar qué variante del coronavirus es la que ha provocado el brote. Uno de esos datos es que parte de la tripulación es originaria de la India; hay también filipinos. El buque no procede del subcontinente asiático, pero sí pudo producirse un cambio de la tripulación en Reino Unido. Los dos marineros ingresados en Fátima están en planta, uno de ellos tiene 28 años. Otro dato que ha movido a investigar la variante es que no se trata de la británica, que es predominante en Galicia y en Reino Unido (de donde procedía el barco); lo esperable sería que fuese la responsable del brote, y no lo es.

El coronavirus, como el resto de virus, tiene mutaciones. Cuando se acumulan unas cuantas mutaciones y el patógeno se esparce ampliamente por una región, entonces se habla de variante. Las pruebas PCR no detectan qué variante del coronavirus contagia a una persona. Pero sí hay PCR que pueden captar que existe alguna mutación. Se han diseñado para las principales variantes que están en vigilancia, las llamadas británica (B.1.1.7), sudafricana (B.1.351) y brasileña (P.1). Estas PCR sirven como aviso, porque para tener la certeza hay que ir al laboratorio y obtener todo el genoma del virus, una descripción detallada que forma un texto de 30.000 letras. Esto es la secuenciación, un proceso que suele tardar tres días. Las PCR no dan ninguna pista sobre si la variante de este brote es la india, aunque sí han permitido saber que no es la británica. Pero podría ser otra, como la sudafricana o la brasileña. Ambas se han secuenciado ya en Vigo.

La variante india tiene dos mutaciones que la han puesto bajo el foco internacional. Una de ellas se llama E484Q, y se produce en la misma región del virus que otra mutación hallada en las variantes brasileña y sudafricana (la mutación de estas en lugar de una Q tiene una K) y que se sospecha que provoca que el coronavirus evada el efecto de los anticuerpos, tanto los generados por la infección natural como los de las vacunas. La otra mutación se llama L452R y ya ha aparecido antes en otras variantes; se sospecha que hace al virus más transmisible. Ambos cambios están en la proteína S de la espícula del virus, el instrumento que tiene para infectar las células humanas y a la que se dirigen todas las vacunas.

La variante india no se ha detectado hasta ahora en España. Que el virus mute es normal, forma parte del proceso natural de los virus. Hay variantes que se han puesto bajo la vigilancia internacional porque dan ventajas al virus. Una de esas ventajas es su mayor transmisibilidad, que provoca que una variante se expanda con mucha rapidez en un territorio, como ocurrió con la británica; otra ventaja es que el virus pueda eludir el efecto vacunal. De momento, la variante india no está considerada ni variante de preocupación (VOC, por las siglas en inglés) ni variante de interés (VOI), que son las dos nomenclaturas internacionales que se utilizan en la vigilancia de las variantes (el Ministerio de Sanidad español llama a las VOC variantes de mayor impacto en la salud pública). 

Sin embargo, el mundo está mirando con espanto a la India por el grave recrudecimiento de la pandemia. Las causas de la nueva ola son complejas, como todo en salud pública, pero coinciden con una expansión de la nueva variante B.1.617. Esta expansión parece clara, pero solo la secuenciación de virus puede confirmarla y en la India se han secuenciado pocos casos, lo que puede llevar a sesgos. Además, gran parte de la población de ese gigante demográfico vive en condiciones que complican el cumplimiento de cuarentenas y aislamientos. Y los hospitales están desbordados. Todo eso coincide con la nueva variante.

Sobre ella, el último informe del Ministerio de Sanidad de España acerca de la vigilancia de variantes dice: «Todavía no existen evidencias respecto a que la variante haya contribuido al aumento de la incidencia en India ni sobre su posible impacto real sobre la inmunidad. Sería necesario contar con una mayor proporción de casos secuenciados para conocer la verdadera incidencia así como con estudios in vitro y en el mundo real sobre su posible efecto en la inmunidad natural o adquirida». Es decir, de momento todo son sospechas. Pero no por ello deja de vigilarse.