El alcalde resucita la prolongación del túnel de Beiramar como alternativa y envía la propuesta a Santiago, Madrid y Bruselas
27 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Abel Caballero insiste: «Vigo no necesita ningún tren a Bouzas». Opina que la idea es «un inmenso error de Feijoo» que la ciudad no quiere porque rompería calles como la Gran Vía o Castelao, la parroquia de Alcabre o la urbanización Sotavento. Y sostiene que el principal usuario del puerto en Bouzas, Stellantis (antigua PSA) tampoco lo necesita. Más aún: el regidor socialista asegura que el Gobierno de España tampoco desea realizar el ramal ferroviario de la salida sur porque «no hay ninguna mercancía que llevar hasta allí».
El tren a Bouzas forma parte del pacto que Feijoo alcanzó con el ministro Ábalos en una reciente reunión, aunque el alcalde sostiene ahora que el Ejecutivo central no lo quiere. Caballero cree que el ferrocarril solo serviría para transportar coches de importación. «Vamos a llevar un tren a Bouzas para competir con Citroën. Feijoo quiere meterle competencia desde el norte de África restando un sitio que Citroën necesita para sus automóviles», criticó ayer. El alcalde señaló que el puerto ya tiene un tren, que se encuentra en Guixar, el lugar que considera más apropiado al encontrarse en la zona de contenedores.
Propuesta municipal
La propuesta del Concello consiste resucitar un viejo proyecto de la época de Touriño en la Xunta: la prolongación del túnel de Beiramar hasta Bouzas. Se trazaría en dos fases: la primera hasta la calle Coruña y la segunda hasta completar el recorrido. El paso subterráneo debería tener dos carriles de circulación en cada dirección y un gran paseo peatonal con zonas de aparcamiento en superficie.
El alcalde cree que esta obra resolvería el problema de la circulación al puerto, al mismo tiempo que proporcionaría una zona paseable en la actual avenida de Beiramar. «Resolverá el problema de circulación para el puerto, coordinará bien con la circulación con la ciudad», afirma Caballero.
Anunció que ayer mismo enviaría la propuesta tanto al Gobierno de España como a la Xunta de Galicia, las instituciones que cree que deben pagar la obra. También remitió su plan a instancias de la Unión Europea. Caballero recuerda que ya se planteó la construcción del túnel en el 2007, siendo Touriño presidente de la Xunta. Dos años después, el Gobierno autonómico lo sometió a información pública, pero «después llegó Feijoo y lo borró del mapa».