David Barreiro consigue plaza para el Preolímpico en C1 1.000

x.r.c. VIGO

VIGO

MARTINA MISER

El canoísta cangués se impuso por 142 milésimas en el selectivo de Trasona y se jugará la plaza para Tokio en la cita de Szeged

23 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A los 21 años David Barreiro dio el primer gran paso para cumplir el sueño olímpico al clasificarse para el Preolímpico de Szeged en el selectivo de Trasona (Asturias. En una final espectacular del C1 1.000 metros, el cangués se impuso por 142 milésimas a su compañero Noel Domínguez. «É un soño», dice David de la clasificación al tiempo que avisa que el pasaporte olímpico no está nada fácil. Solo hay tres plazas disponibles.

La final del C1 fue una reunión de compañeros de entrenamiento con Adrián Sieiro como gran favorito y con la igualdad marcando la carrera de principio a fin. «Saín forte, ía por un lateral e iso creo que me beneficiou ó final porque eles (sus rivales) tampouco me tiñan tan controlado», comenta Barreira rememorando la prueba: «Pasamos o cincocentos bastante axustados todos, só ía un pouco destacado Nacho Calvo e na segunda parte da proba Noel Domínguez e máis eu adiantamos e de aí ata o final que esprintamos a tope. 142 milésimas son un suspiro». El resultado fue entrando el cangués en primera posición con un tiempo de 4.01.790 por los 4.01.932 de Noel.

Un triunfo por 142 milésimas que no estaba en el guion, porque en los entrenamientos Domínguez suele acabar mejor. «Noel, nos entrenos que facemos o seu forte é a subida final. Eu son un pelín máis rápido no principio da proba, intento ser un pouco máis agresivo. Foi estraño, eu sabía o que ía facer e tiven que tirar co que tiña. Acabei destrozado», confiesa David, que cuando llegó a Asturias se sentía bien pero tampoco sabía cómo iban a responder sus rivales.

Conseguir el pasaporte para el Preolímpico y la Copa del Mundo de Hungría es un sueño, pero la dificultad de hacerse con un billete para Tokio también es máxima. «Ó final toda a vida estás intentando pelexar uns xogos olímpicos e agora estar aí, a piques de tentalo por primeira vez, é un soño pero hai que ser realistas. É unha regata moi complicada, hai moi poucas prazas pero daremos o mellor para tentar acadar o mellor resultado posible. Se o conseguimos, marabilloso e se non tampouco acaba o mundo, teño 21 anos e queda moito por diante», analiza el palista del Breogán de O Grove, club al que llegó desde el Náutico de Rodeira, entidad con el que había ganado un bronce continental en categoría sub-18 en C1 500 metros.

Ahora, antes de comenzar la cuenta atrás para Szeged, todavía tiene en Trasona la Copa de España de C1 1.000 metros. Luego, le quedarán tres semanas para recuperarse de la paliza y afinar la puesta a punto. Sin nada que perder y con todo por ganar.