El cierre de la frontera con Portugal empuja a Tui a los atascos y retenciones casi permanentes

La Voz VIGO

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Rui Martins

Las colas para cruzar la frontera se acentúan según los días y horarios, pero dejan pérdidas millonarias en ambos lados de la «raia»

21 abr 2021 . Actualizado a las 13:15 h.

La «raia» sufre. Un mal que arrastran sus vecinos desde que Portugal decidió cerrar sus fronteras con España debido a la pandemia y que continúa a día de hoy, después de que el gobierno luso tomara la decisión el pasado 15 de abril de prorrogar de nuevo esta medida. Con la mayoría de pasos transfronterizos con restricciones horarias o incluso cerrados, el puente internacional de Tui se ha convertido en un auténtico embudo que no es capaz de gestionar la densidad de conductores de vehículos particulares y transportistas que cada día tratan de pasar la frontera. Las colas se han convertido ya en un escenario casi habitual del paisaje tudense, con horarios y días en los que se acrecientan hasta convertirse en filas kilométricas. 

La situación fue demoledora y muy representantiva ya el primer día de controles, con colas que se extendían a lo largo de decenas de vehículos y miles de trabajadores atrapados. Aunque al siguiente día el aumento del número de agentes de control permitió agilizar el paso, es habitual que esta situación se repita, como ocurrió ayer. 

 

A este paso de Tui, en condiciones normales, se unen los de Tomiño, Arbo o Salvaterra. Los dos primeros están clausurados en la actualidad y el último cuenta de lunes a viernes con dos aperturas temporales de 8 a 10.00 y de 19 a 21.00 horas. Solo pueden curzar los trabajadores que tengan documentación que pruebe que su lugar de residencia y empleo están situados a ambos lados de la «raia».

Esto ha provocado que cientos de vecinos de Tomiño, O Rosal o A Guarda se unan a los de Arbo, As Neves, Crecente y A Cañiza en su tránsito diario hacia Portugal, eligiendo Tui como única alternativa ya que es el que está operativo las 24 horas. Por todo ello la densidad de vehículos en la frontera se vuelve en muchas ocasiones tediosa y obliga a esperas que suponen una carga económica importante. 

Ante esta situación, las colas se han convertido ya en un escenario habitual para los vecinos de Tui, que deben convivir con este paisaje en la A-55 de forma casi rutinaria.