«Que las taperías no podamos abrir hasta las 23.00 horas es un agravio»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La mayoría de los locales de hostelería tendrán que seguir cerrando a las 21.00 horas

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los restaurantes han acogido con alivio y entusiasmo la reapertura hasta las 23.00 horas. Desde hoy se podrá pedir y disfrutar de un buen plato cuando aún no se ha puesto el sol, un tipo de cena que hasta hace poco solo estaba protagonizada por los turistas que procedían del otro lado de los Pirineos. Pero el covid ha acabado con la noche. «La gente llama para pedir mesa a las 20.30», confirman en un restaurante de Bouzas. Muchos hosteleros ya tienen reservas para todo este fin de semana, aunque no prevén llenar. Las expectativas para los próximos días son muy buenas.

La Federación Provincial de Hostelería señala, no obstante, que «por parte de los hosteleros subsisten dudas sobre las normas», según pone de relieve la gerente de la federación, Beatriz Carballido. «Abrir, desde luego, es un alivio, aunque solo sea hasta las 22.30 o un poco más porque luego hay que estar en casa a las 23.00 horas», explica.

Pero muchos otros locales de hostelería no podrán trabajar como los restaurantes y seguirán solo hasta las 21.00 horas. La gerente de la federación que aglutina a 1.300 locales en la ciudad recalca que solamente los establecimientos con licencia de restaurante podrán hacerlo.

El presidente de la asociación Casco Vello Vigo Hostelería y Comercio, Juanjo Figueroa, señala que «muchos tenemos taperías y no vamos a poder abrir. Es un agravio comparativo, aunque me alegro por los restaurantes».

Alberto Cabaleiro, dueño del restaurante Chavolas, uno de los más conocidos del barrio antiguo de la ciudad, señala que «somos de los pocos establecimientos del Casco Vello que tienen licencia de restaurante y estamos teniendo muchas reservas para el fin de semana. La gente tiene ganas de salir a cenar por fin. Con el buen tiempo, se animan a hacer reservas para este viernes y el sábado porque tenemos un buen patio. Todavía no hemos llegado, pero estamos a un 75 % de nuestra capacidad, es bastante alta».

Hay establecimientos que se resignan, como es A Mina, que regentan Cristina García y Kiko Castiñeira. «Tenemos licencia de tapería y no nos dejan abrir a pesar de que damos comidas». «Es ridículo que solamente podamos abrir al mediodía», apunta Kiko. Cuentan que les toca esperar otra vez, «15 días más quizás. Pero empieza el buen tiempo y es una situación un poco insostenible para la hostelería». Su local ofrece comida tradicional gallega y es uno de los emblemáticos del barrio histórico.

La reapertura hasta las 23.00 horas conlleva otro efecto beneficioso para la economía: algunos hosteleros ya ha empezado a sacar a personal del ERTE. Pero no todos los restaurantes con licencia piensan abrir ya este fin de semana, los hay cautos. Andrés Fernández, propietario de El Castro, prefiere esperar a ver cómo va a funcionar el horario de la noche antes de rescatar a empleados del ERTE.

La Federación de Hostelería subraya que hasta el día 23 de abril no hay que tener operativo el sistema de control de dióxido de carbono, que será obligatorio en el interior del local para verificar que se dispone de buena ventilación y no existe riesgo de contagio. La gerente de la federación señala que comprar una máquina de medición de CO2 no tiene por qué salir caro. «Las hay que cuestan tan solo 30 euros, aunque existen algunas más sofisticadas que pueden valer 70, 100 o incluso 500», indica. Al usarla, los restaurantes deben estar atentos, pero «los que tienen ventanas no van a tener problema».

Y ojo: «Hay que reservar mesa, pero se puede hacer en el mismo momento de entrar en el local proporcionando el nombre y DNI de todos los comensales».