Casi un tercio de la plantilla municipal no cobra pluses porque no se tramitan

J. R. VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La concejala Espinosa evitó una protesta sindical en el pleno con una reunión

03 abr 2021 . Actualizado a las 22:27 h.

La dependencias de la Policía Local de Vigo sirvieron de escenario, el miércoles por la mañana, para una reunión improvisada entre los representantes sindicales, por un lado, y la concejala Elena Espinosa y el jefe de la Policía Local, Francisco Martínez, por el otro. La reunión se improvisó esa misma mañana a petición de Espinosa, que estando sentada la sesión del pleno municipal, conoció la intención de los sindicatos de organizarle una pitada en el mismo salón para protestar por el retraso en el pago de salarios a casi un tercio de la plantilla. O lo que es lo mismo, a unos 400 funcionarios que, este año, aún no cobraron los pluses de nocturnidad, festividad, los correspondientes a trabajar el 24 de diciembre y el 1 de enero y, tampoco, las horas extras.

Espinosa quiso evitar la pitada a toda costa, también que trascendieran los retrasos acumulados en el pago a los trabajadores del primer Ayuntamiento de Galicia. Otra losa más que añadir al reguero de sentencias judiciales, iniciada en el 2020, que no dejan de evidenciar una política laboral, y de contratación, irregulares y abusiva, según las mismas conclusiones de diferentes magistrados, ya sea en los juzgados de Vigo o en el TSXG. El encuentro improvisado entre los sindicatos y la edila no tardó en saltar por los aires. Espinosa, según relatan testigos de la conversación, amenazó con suspender todas las negociaciones abiertas con la Policía Local y buscar una solución al retraso de los pagos.

Lo dicho por Espinosa solo sirvió para agitar más los nervios, teniendo que escuchar de algunos funcionarios que su actitud era impropia de su partido. Varios ediles del PSOE han tenido cargos relevantes en sindicatos. «Es muy fácil ejercer una posición dominante cuando se tiene la sartén por el mango. La señora Elena Espinosa, además de un patrimonio abultado, gana más de 60.000 euro al año, sí o sí, y seguro que dejar de ingresar hasta 500 al mes no le condiciona, si es que la tiene, el pago de una hipoteca, del colegios de niños, llenar la nevera o pagar el seguro del coche», señala Abraham González, del SICO. «Por no decir que no pocos compañeros pueden estar pasando ahora un mal momento porque sus parejas se quedaron sin trabajo o están en ERTE. Pero a ella, parece, le da igual todo eso. Solo había que escucharla amenazarnos con romper cualquier negociación si nos manifestábamos, como si el dinero que nos deben fuese suyo. A nosotros nos sobra dignidad y amor propio. No sé si ella, que se hace llamar socialista, puede decir lo mismo», critica este sindicalista.

Solución temporal

En esa minirreunión, Elena Espinosa logró evitar convertirse el objetivo de las críticas de sus propios funcionarios mientras duraba la sesión plenaria, que se retransmite en directa. La pitada y la denuncia del impago a funcionarios por falta de personal no se produjeron. Un hecho ajeno a este 29 % de la plantilla, pero que sí sufre las consecuencias viendo mermada su nómina cada mes. Espinosa se sacó un as de la manga. Garantizó a los diez sindicalistas presentes en la reunión, celebrada de tapadillo, que podrían recibir un adelanto de la paga extra para ir asumiendo los gastos más urgentes.

La respuesta dio por satisfechos, inicialmente, a los cinco sindicatos presentes en el acalorado encuentro, que seguirán con atención no solo si se adelanta el dinero adeudado, también que el gobierno local solucione las carencias en recursos humanos. Los departamentos afectados, además de la Policía Local y los bomberos, son Deportes, cementerios, educación y el personal del zoo.

En los presupuestos municipales del 2020, sobraron 11,6 millones del capítulo uno gastos de personal, lo que hace más difícil entender las carencias de una administración con 1.400 funcionarios.

Los efectos de la vacuna merman aún más la presencia de la Policía Local en el puente festivo

La escueta plantilla de la Policía Local de Vigo se ha visto mermada, aún más, coincidiendo con el inicio del puente de Semana Santa. El motivo son los efectos secundarios, en forma de dolores y mareos, principalmente, que ocasiona la vacuna de AstraZeneca contra el covid. La mala reacción en numerosos funcionarios ha provocado un cascada de bajas laborales coincidiendo con días tan señalados, donde la presencia policial en la calle debería ser mayor de lo habitual para cumplir con el trabajo ordinario y el generado por la pandemia. El problema empezó a coger forma el miércoles, en el turno de la mañana, con los primeros agentes alertando de la imposibilidad de desplazarse a la base ni realizar su trabajo.

Ya por la tarde, para plantear el turno de noche (de miércoles a jueves), había una previsión 10 agentes de calle, que implican cinco patrullas, y a mayores, una unidad de atestados. La realidad es que solo trabajaron seis agentes, y cuatro se quedaron en casa. La suerte es que fue una noche especialmente tranquila, sin ningún servicio a partir de las 3.00 horas. Ayer por la mañana la situación no era mucho mejor. Se diseñó una guardia de cinco patrullas, de las que solo pudieron salir tres, ante la ausencia de cinco funcionarios. A mayores, la Policía Local sigue notando una elevada colaboración ciudadana, con una media de diez llamadas en cada turno (son de ocho horas) de los llamados policías de balcón. Alertan de cualquier incumplimiento relacionado con la pandemia.