«El tiempo con mi hija es oro y por eso cierro la peluquería los sábados»

Alejandro Martínez VIGO / LA VOZ

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Alejandro Martínez

El confinamiento fortaleció la unión de Rosa Rodríguez Placías con su hija de diez años

21 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nunca había estado tantas horas con mi hija y descubrí que el tiempo que paso con ella es oro puro». Rosa Rodríguez Placías pasó con su hija Catalina los meses de confinamiento en su domicilio de Vigo. Las peluquerías no fueron consideradas servicios esenciales y no le quedó más remedio que cerrar su negocio Placías Estilistas, ubicado en el número 45 de la calle Venezuela, cerca de El Corte Inglés. No pudo trabajar ni generar ingresos, pero pasó unos días maravillosos al lado de su hija de diez años en los que pudieron compartir muchas vivencias juntas sin interferencias por culpa del trabajo o de los estudios.

El estado de alarma le enseñó que el tiempo que aprovecha con su hija no tiene precio y por eso tomó una decisión importante con la llegada de la nueva normalidad. Desde el inicio de la pandemia, no ha vuelto a abrir la peluquería Placías Estilistas los sábados. El objetivo es seguir disfrutando de la compañía de su hija de diez años. Estar con ella compensa con creces las pérdidas que puede suponer no abrir durante un día que suele ser de mucho trabajo en este sector. Sin embargo, fue una determinación que su clientela comprendió perfectamente cuando comentó en la peluquería que el cierre de los sábados lo estaba haciendo por su hija. Los clientes, en beneficio de Rosa, se organizaron para pedir citas de lunes a viernes.

Rosa recuerda que compartieron muchas cosas juntas durante los días en los que tuvieron que permanecer en casa sin salir. Rescataron la Thermomix que llevaban mucho tiempo sin utilizar e hicieron toda clase de recetas y de postres. También se divirtieron mucho jugando al parchís, dibujaron y aprovecharon cuando hacía buen tiempo para salir a tomar el sol a la terraza. Hasta un día se les ocurrió la idea de hacer un churrasco en una terraza de su apartamento.

Prioridades

El confinamiento le cambió el concepto de la vida y el orden de prioridades. «Siempre me decía que es más importante la peluquería que yo», afirma.

Ahora considera que lo más importante es disfrutar al máximo de su hija y de sus seres queridos porque el tiempo pasa muy rápido. Catalina pronto dejará de ser una niña y querrá pasar más tiempo con sus amigos o fuera de casa.

Durante estos meses, la familia se amplió con un perrito chiuaua llamado Kío, que les une todavía más y que se ha convertido en la mascota de la peluquería. Los clientes preguntan por él cuando lo deja en casa.

Rosa reconoce que le costó volver a abrir la peluquería, «pero hay que trabajar porque no queda otra». Otra de las decisiones que tomó tras la reapertura del local fue ofrecer descuentos de un 25 % a los clientes que se encuentran en paro o en situación de erte para colaborar con ellos en estos tiempos de dificultades económicas, dado que muchos se han quedado sin empleo o están en una situación complicada.

Rosa abrió la peluquería hace cinco años, aunque lleva 15 trabajando en la zona y es una de las más frecuentadas con clientes que han comprendido la situación y no les importa que haya decidido cerrar los sábados para poder disfrutar de más tiempo al lado de su hija.