La sombra del gofrero sigue en Bouzas

Begoña Rodríguez Sotelino
BEGOÑA R. SOTELINO VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Una pareja de hosteleros despacha en su cafetería Xabiios, el famoso dulce del local de Príncipe. El antiguo dueño les vendió la maquinaria y les provee de la materia prima

20 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Además de la pandemia, uno de los momentos más amargos que sufrió Vigo este último año fue el cierre de la gofrería de la calle del Príncipe. Fue un drama de proporciones colosales (casi al nivel del subidón de azúcar que contiene uno de esos paneles de masa cuadriculada) para los miles de fans del dulce belga que encandila a los vigueses (un misterio que no se ha estudio aún a fondo).

Pero como reza el dicho, Dios aprieta, pero no ahoga, y los fanáticos del gofre están ahora en el paraíso porque a falta de un establecimiento, ahora hay dos. Uno en Bouzas que tiene la «receta original» y otro en el hueco que dejó el antiguo y alquiló un joven emprendedor.

El gofrero de la calle del Príncipe siempre rehusó contar su historia y poco se sabe de este hombre, llamado Jose, que durante casi 30 años dulcificó la vida de miles de personas que no podían resistirse al olor que impregnaba la vía. Uno de ellos era Alejandro García, cliente habitual junto a su mujer, Sofía Pérez. Ambos, aunque él también trabaja de chófer, tuvieron antes negocios de hostelería en O Calvario, Coia y Playa América, Hace un par de años, cuenta que le había tirado el anzuelo al gestor de esta mina de oro. «Antes de jubilarse y cerrar en Príncipe le dije que estaba interesado en hacer algo parecido a lo que él hacía, si me vendía la receta o me los proporcionaba. Y me contestó que podríamos hablarlo». Mientras, Alejandro encontró local en Bouzas y abrió en octubre del 2019 en la calle Poeta Añón, 2, bajo el nombre de cafetería Xabiios (cada letra corresponde a la inicial del nombre de cada uno de sus seis hijos y de su mujer).

Oscar Vázquez

«Lo reformamos y al poco llegó la pandemia, pero fue cuando Jose me avisó de que se iba y si quería la maquinaria y lo demás. Le dije que sí y que me interesaba también el local de Príncipe, pero dijo que los dueños no querían», asegura. «Le compré la montadora, la gofrera, el mostrador y la receta», añadiendo que es también el proveedor de la misma nata, el chocolate, el dulce de leche y la masa que usaba. Todo se lo sigue proporcionando Jose y aclara que la receta no se la dio: «Es como la fórmula de la Coca Cola. Los que vendía en Príncipe los hacía él y ahora los distribuye, pero no a todo el mundo. Por ejemplo, el que está ahora en Príncipe no tiene los que tengo yo, los originales», advierte. La pareja ya está innovando pero sin mover ni un gramo de la receta del éxito, pero sí añadiendo otros productos, como los helados en verano, más sabores de gofres o venta a domicilio con Glovo. Sin colas.