La logopedia en la uci del Cunqueiro se consolida: todos los pacientes se van de alta con dieta oral

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La intervención temprana consigue mejoras más rápidas

06 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La logopedia se está consolidando como técnica esencial para la recuperación de pacientes que están ingresados en las unidades de cuidados intensivos. El Hospital Álvaro Cunqueiro fue el único hospital gallego que incorporó a estos profesionales en la uci en la fase aguda de la pandemia, según el Sergas.

Su función suele centrarse en los problemas de la deglución, aunque también tratan los trastornos de la voz. El tratamiento comienza en la unidad de críticos y continúa cuando el enfermo pasa a la planta. Los problemas para tragar (disfagia) pueden derivar en infecciones respiratorias, cuando el alimento pasa a la vida aérea.

Según Javier Bueno, el 70 % de los pacientes que fueron entubados necesitan logopedia para recuperar la alimentación normal. Estos profesionales valoran las dificultades para tragar de los pacientes y la posibilidad de pasar a la alimentación oral. La disfagia es un trastorno frecuente tras un largo tiempo de entubación. En Vigo los logopedas ya valoran esta situación en la propia uci.

La transición hacia la alimentación oral se basa en una adaptación de la dieta y de la higiene postural. Además, pasada la fase crítica, se hacen terapias para reforzar la musculatura que interviene en la deglución, para que los enfermos controlen todos los tipos de texturas y de alimentos.

Javier Bueno indica que los resultados hablan por sí solos: todos los pacientes de covid-19 que fueron tratados por los logopedas se fueron de alta del hospital con dieta oral. «Hemos constatado que con una actuación de los logopedas adecuada y adaptación de la dieta los pacientes progresan y evolucionan más rápidamente», dice.

Hoy se celebra el Día Europeo de la Logopedia. En el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo hay cinco profesionales de este ámbito, que asisten a pacientes ingresados y también pasan consulta. El año pasado atendieron a 500 hospitalizados, 70 de ellos en las unidades de cuidados críticos. Un tercio de los pacientes consiguieron la recuperación funcional de sus problemas antes de recibir el alta.