Multas de 450 euros a cuatro grafiteros vigueses por pintarrajear un vagón de Renfe en Redondela

E. V. Pita VIGO

VIGO

Óscar Vázquez

«No fue por gamberrismo, lo hicimos por amor al arte», dice un condenado, que pide al alcalde de Vigo que habilite muros libres

01 mar 2021 . Actualizado a las 16:57 h.

Cuatro grafiteros vigueses han aceptado esta mañana una multa de 450 euros cada uno por pintar un vagón de Renfe en la estación de Redondela el 4 de julio del 2016. La vista por conformidad se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. Los implicados, previamente, depositaron 3.126 euros como pago de los desperfectos a la compañía ferroviaria. La Fiscalía pedía inicialmente una multa de 2.160 euros por acusado pero la redujo a la cuarta partre porque les benefició con las atenuantes de reparación del daño (porque indemnizaron a Renfe) y por dilaciones extraordinarias e indebidas de la Justicia, porque el proceso judicial estuvo parado un año, entre el 2018 y 2019.

El juicio llegó a aplazarse cinco o seis veces por demoras y luego por el covid.

La abogada de Renfe, que ejerció la acusación particular, explicó en los pasillos del juzgado que «esto no es una gamberrada sino un delito de daños». Recalcó que los disolventes que tienen los esprais de pintura son muy corrosivos y dañinos para los coches ferroviarios y les obliga a cambiar las juntas aislantes de las ventanillas. Además, para su limpieza Renfe movilizó a un maquinista para que llevase el vagón pintado por una vía especial a un taller de reparaciones y apagar la catenaria mientras lanzan chorros de agua, lo que les genera trastornos. Actualmente, los vagones van protegidos con una capa de pintura antigrafiti pero al limpiarla se pierde. «El coste real de limpiar un coche de pasajeros es mucho mayor porque causa muchos trastornos, la gente no se da cuenta del valor real de una reparación, no valoran todo el coste y los trenes siempre quedan tocados», afirma.

Todos los grafiteros son residentes en Vigo, uno ha terminado su carrera universitaria y los demás están trabajando. Uno de los condenados explicó tras salir de la vista que «no lo hicimos por gamberrismo, fue por amor al arte» y pidió al alcalde de Vigo, Abel Caballero, que, al igual que en Barcelona, ponga muros libres para pintar para los jóvenes: «Aquí no hay y sería un puntazo porque el grafiti es un hobby más». Lamenta que el Concello de Vigo solo llame «a gente de fuera» para pintar las fachadas de los edificios en Vigo mientras que los jóvenes locales no tienen un espacio para expresar su arte.

El grafitero recién condenado admite que «estábamos haciendo algo ilegal» en la estación pero la reacción de las autoridades le parece desproporcionada:  «No es como para que te venga la policía a punta de pistola».