El cadáver localizado en un pozo cerrado de O Porriño presentaba numerosos golpes

Mónica Torres / M. Moralejo O PORRIÑO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

Son los restos de un varón de unos 35 años que está aún sin identificar, localizados durante un registro este domingo

10 mar 2022 . Actualizado a las 11:05 h.

El cadáver hallado la tarde de este domingo dentro de un pozo cerrado en el interior de una antigua nave industrial en O Cerquido, en el municipio pontevedrés de O Porriño, corresponde a un varón de unos 35 años de edad, según confirmó este lunes la Guardia Civil, que investiga el caso como una posible muerte violenta. Aunque presentaba un avanzado estado de descomposición, el cuerpo estaba saponificado, que es un proceso natural por el que la grasa humana se convierte en jabón cuando está sumergido en agua o en un terreno muy húmedo. Este extremo refuerza la hipótesis de que el cadáver llevaba mucho tiempo sumergido en el interior. Se investiga como supuesto crimen por el hecho de que el cuerpo presentaba además numerosos traumatismos y el pozo, ubicado frente a una nave, estaba perfectamente cerrado cuando se localizó el cuerpo. 

Hace unas semanas que la propiedad cambio de manos. El nuevo dueño iba a hacer unas obras en el recinto y acudió con otras dos personas al lugar durante el domingo. Fueron estos dos operarios los que, al levantar la tapa del pozo, se toparon con el macabro hallazgo.

El cuerpo estaba semidesnudo. Tan solo conservaba la ropa interior y fue localizado a no más de tres metros de profundidad, por lo que las personas que abrieron el pozo se dieron cuenta de inmediato de la gravedad de los hechos y llamaron a los servicios de emergencias del 112. En la zona en la que fue hallado el cuerpo no se ha encontrado ninguna documentación, por lo que una de las prioridades de la investigación es peinar el recinto en busca de pruebas e indicios que aporten luz sobre su identidad.

El cadáver fue rescatado por los bomberos de O Baixo Miño, que contaron con la colaboración de voluntarios de Protección Civil de O Porriño y de la Policía Local. El juez ordenó el levantamiento del cuerpo y su traslado para practicarle la autopsia pasadas las nueve de la noche del domingo. No ha trascendido ningún dato oficial, pero en la primera inspección ocular, no se apreciaron signos ni heridas compatibles con armas blancas ni de fuego.

Más de una decena de guardias y bomberos regresaron el lunes al lugar de los hechos en cuanto abrió el día. Dos dotaciones de bomberos achicaron el agua de la instalación, que es un pozo de aros de cemento con medio metro de altura a la vista, ubicado a unos cuarenta metros de la carretera que une O Cerquido con la parroquia tudense de O Porriño. Forma parte del recinto en el que hay una nave, sin actividad desde hace más de un lustro y que, aunque pasó por varias manos, durante mucho tiempo funcionó como un aserradero de piedra.

M.Moralejo

Especialistas del Grupo actividades subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil llegados desde A Coruña se sumaron a la investigación a las once de la mañana. Desde esa hora y, con el apoyo de los bomberos, hicieron pruebas con cámaras y demás equipos en busca de otros indicios que puedan ayudar a la identificación de los restos y a determinar la sucesión de los hechos. Los guardias trabajaron en el lugar durante toda la jornada bajo los focos de los numerosos medios que se concentraron en la zona.