Absuelto un joven acusado de usurpar el perfil de Instagram de una menor de Vigo con fotos pornográficas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La jueza no ve clara la autoría y en cambio sospecha que la verdadera autora es la exnovia del acusado, que sabía su contraseña de wifi y tenía una mala relación con la perjudicada

17 feb 2021 . Actualizado a las 19:48 h.

En caso de duda, absolver. Una sentencia acaba de absolver al joven acusado de hurtar un móvil en un aula de un instituto de Vigo y modificar el perfil de la red social Instagram de una alumna de 16 años, colocando en su lugar una foto porno en su imagen, con comentarios sexuales y vejatorios. 

El troleo de la cuenta fue en abril del 2018, tras el robo de un móvil en un aula. La víctima, amiga de la dueña del teléfono, tenía 2.007 seguidores, y a las pocas horas empezó a recibir mensajes de followers alarmados por las fotos de contenido X que veían en su perfil de Instagram.

La razón para exonerar al acusado de todo delito es que la jueza sospecha que la verdadera autora del troleo de Instagram pudo haber sido su exnovia, la cual vivía en el piso de abajo del acusado y conocía su contraseña de wifi. Ante la duda, la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo decidió absolver.

El joven se exponía a una condena de 30 meses de cárcel por intromisión en la privacidad y por un delito contra la integridad moral de una menor. La absolución le pilla justo cuando estaba pendiente de obtener un trabajo.

La policía identificó al acusado como autor de la intrusión en el Instagram de la alumna del instituto porque la dirección IP coincidía con la casa del sospechoso en un edificio colindante con el centro escolar. El joven negó ser el troll y aclaró que él no conocía de nada a la chica agraviada ni a la amiga a la que le robaron el móvil porque él iba a clase en el turno de tarde y ellas en el de mañana. Culpó a su exnovia, que se llevaba mal con la víctima y la amiga, a la que le desapareció el móvil en clase el mismo día. Dicho teléfono tenía cargada la aplicación con la cuenta de Instagram de la perjudicada porque ese día no tenía datos y le pidió acceder desde esa terminal, que luego fue robada.

Para colmo, el acceso a la cuenta de Instagram se hizo desde el móvil robado y resultó que el modelo era similar al que se agenció la expareja sin dar explicaciones de su origen y en las mismas fechas. No solo eso, sino que la propia exnovia confirmó en el juicio que ella conocía la contraseña de wifi del acusado, que era su vecino del piso de arriba, y que posiblemente había usado su ordenador. Dado que, en el momento de los hechos, en el 2018, la exnovia era menor de edad, no puede ser procesada por un delito.

La Fiscalía, al ver que se desmoronaba su acusación, pidió a la jueza que tomase testimonio a la exnovia por mentir en el juicio para salvar a su exnovio. 

La jueza reparó en otro detalle. Un profesor dijo que el chico, si hubiese entrado en el instituto por la mañana, fuera de su turno habitual, había llamado la atención del conserje por su aspecto físico. Eso dificultaba mucho el robo del móvil. 

La magistrada ve otra explicación alternativa y plausible: «La expareja del acusado tenía la contraseña de la wifi del acusado, vivía en ese momento en el piso de abajo, iba al instituto en horario de mañana y sí conocía a las afectadas, con las que mantenía una mala relación». Esa posibilidad la ve igual de probable que la de inculpar al acusado, por lo que prefiere la explicación más favorable al reo y lo absuelve.

Habla la abogada

La abogada Patricia Comesaña, que ganó el caso, hace esta reflexión: «Los padres y los menores tienen que tener mucho cuidado a quien le facilitan la señal del wifi, puesto que eso puede provocar que una persona se conecte a su señal cometiendo un posible fraude de identidad o incluso un delito sobre la intimidad sobre las personas, algo que como se puede ver con este asunto, han inculpado a este chico simplemente por facilitar una señal wifi a una tercera persona. Es importante que sepamos la consecuencias que pueden acarrear, sobretodo con los menores de edad»