Ángel González Rodríguez, Lucho, chapeleiro ejemplar y referente en remo

Asociación Día del Remo en Chapela REDONDELA

VIGO

Fue empresario y administrador único de Repainox, una referencia en el mundo pesquero

16 feb 2021 . Actualizado a las 00:10 h.

Ángel González Rodríguez se fue con la última marea. Poco a poco, su mar, nuestro mar, se lo fue llevando en una escalada de enfermedad que remató este temporal pandémico, lo arrebató un temporal de vida que, por su coraje, no pudo derrotar de un golpe a quien tantas victorias consiguió con el Club de Remo de Chapela y tantos méritos cosechó por su humanidad, inteligencia, compromiso y esfuerzo, en el calor de una familia muy querida en toda la comarca.

Lucho, como todos le conocimos y recordaremos siempre, fue pionero en un entorno deportivo ligado a la tradición de la parroquia, el remo, un ámbito competitivo ligado a la tradición pesquera y que en su aspecto competitivo reapareció entre los beretes en 1984. Esa fecha resultó una oportunidad única para una juventud que reclamaba alicientes sanos, oportunidades y disfrute, la posibilidad de alejarse de las tentaciones de una época plena de provocaciones impropias para quienes reclamaban una vida ordenada y tranquilidad en la que disfrutar de un lugar privilegiado, de un paraíso en el mismo centro de la Ría de Vigo. Gracias a personas como él, el remo completó la gran labor que en esa buena dirección hicieron en Chapela el fútbol, el balonmano, el Altamar o el mismo Círculo Recreativo y Cultural.

Lucho fue remero, patrocinador de la trainera, promotor y, en al actualidad, era Presidente de la Asociación Día del Remo. Fue empresario y administrador único de Repainox, una referencia del mundo pesquero como proveedora de maquinaria y equipos para el procesado y conservación del pescado.

Ahora es memoria viva de un Club y de una parroquia, que le vieron crecer, triunfar, divertirse e implicarse en el bienestar común, hasta convertirse en un referente inequívoco para todo un colectivo social y deportivo que le rendirá homenaje cuando las circunstancias lo permitan, dedicándole el próximo Día del Remo.

Lucho ha hecho su última ciaboga, pero su espíritu remará ya para siempre en el corazón de cuantos fuimos sus amigos y compañeros. Su mirada clara, su envergadura humana, su actitud ejemplar, suponen un norte infinito.

Descanse en paz Ángel González Rodríguez, un chapeleiro, un amigo, y un industrial ejemplar, al que recordaremos con cariño cada vez que suba la marea.