La federación de vecinos desafía la orden de desalojo de Caballero y se atrinchera en su vieja sede

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los servicios sociales y el Consorcio del Casco Vello, ubicados en el mismo inmueble, ya recibieron alternativas del Concello

14 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La federación de vecinos de Vigo se ve cada vez más cerca de una situación que le resulta cuando menos familiar. Tras librar del desahucio a varias familias viguesas, no descarta verse en esa misma situación. La reforma integral del edificio municipal en el que tiene su sede le obliga a dejarlo al término de este mes.

El problema es que, a diferencia de los otros dos inquilinos del inmueble, a la entidad vecinal no le han ofrecido alternativa que le libre de quedarse en la calle. «Hicimos un escrito a todas las administraciones, Zona Franca, Xunta, Diputación y Puerto, para informar de nuestra situación y solicitar un local. No podemos quedar en la calle y dejar tirada a la gente que ayudamos con actividades y gestiones, tenemos también un ropero solidario gratuito», explica María Pérez, presidenta de la entidad. No se oponen a que se haga la obra, solo piden una alternativa.

«Presentaremos un contencioso porque tenemos suscrito un convenio con el Concello que aún está vigente», indica. Los servicios sociales municipales que se ubicaban en el mismo edifico de la Praza da Princesa se han trasladado a una zona muy próxima en la calle San Vicente. También han recibido oferta de traslado de forma provisional las oficinas del Consorcio del Casco Vello, en este caso a las dependencias del Centro de Artesanía Tradicional. Los responsables de este servicio han solicitado información a la administración local sobre cómo y en qué condiciones será la vuelta a la sede actual una vez que concluyan las obras, aunque de momento no han recibido respuesta del Concello.

Ante esta situación de incertidumbre, el Consorcio propondrá una ubicación definitiva. Este organismo del Casco Vello está participado en un 90 % por la Xunta y el 10 % restante, por el Concello de Vigo. Su objetivo primordial se centra en la rehabilitación de edificios del barrio antiguo, que ha cambiado la imagen de muchas calles, sobre todo de la zona alta.

El convenio suscrito con la federación y aprobado por el gobierno municipal en diciembre del 2004 acuerda «aprobar inicialmente a cesión gratuita e en precario polo prazo de 25 anos á Federación Veciñal Eduardo Chao o dereito de uso do local de propiedade municipal sito na pranta segunda do edificio número 7 da Praza da Princesa». A cambio, la entidad vecinal se compromete a destinar el local a programas y actividades de interés general, de carácter social, lúdico y cultural. También le obliga a hacerse cargo de los gastos de mantenimiento y conservación, así como de los servicios de agua, electricidad y otros.

El problema es que, en el 2013, el Concello le retiró las ayudas a la federación tras un período de desencuentros y desde entonces la entidad ha tenido que trabajar en precario. Aun así, atiende a una media de cincuenta personas al día entre las distintas actividades y las gestiones que presta, la mayoría de ellas de carácter social. Entre ellas destacan en el 2020 más de un millar de solicitudes e información sobe la renta mínima vital, atención a 22 desahucios, 320 quejas dirigidas al Concello, 127 gestiones para conseguir alimentación a familias sin recursos y reuniones y gestiones sobre el Plan Xeral de Ordenación Municipal.