Las colas de la frontera en Tui pasan de 60 a 15 minutos en un día

Mónica Torres / M.Moralejo (fotos y vídeo) TUI

VIGO

M.Moralejo

Portugal distribuye los tráficos y consigue mejorar la fluidez de los trabajadores en la «raia»

02 feb 2021 . Actualizado a las 10:37 h.

«Nada que ver lo de ayer a hoy. Ayer estuve dos horas para cruzar el puente y hoy pasé en quince minutos», confirma Manuel Abad. Este trabajador transfronterizo, que reside en Redondela, consiguió hoy llegar a tiempo a su puesto de trabajo en Valença. Tras el calvario de ayer, hoy se pegó el gran madrugón pero se topó con una inesperada y agradecida fluidez en el puente internacional que le posibilitó pasar con margen tras el correspondiente control policial.

Quienes circularon ayer por este paso y hoy repiten camino, se muestran asombrados con la descongestión. «Lo de ayer fue un caos, una auténtica locura, nada que ver con hoy», insiste Manuel Abad. El sustancial cambio se debe, según explicó a La Voz el inspector jefe del Servicio de Estrangeiros e Fronteiras (SEF) de Portugal, a que no se aseguró la división de los tráficos. «Fue una jornada de trabajo muy intensa con colas enormes porque no estaban bien definidas las zonas de paso. Hoy esta marcado ya un carril para los camiones y otro para los coches, por lo que hay mucha más fluidez», indica el responsable de la SEF.

Lima confirma que la inmensa mayoría de conductores que ayer accedieron al paso fronterizo cumplían todos los requisitos para entrar a Portugal, «aunque unos 25 coches tuvieron que darse la vuelta al no cumplir con las exigencias establecidas en el decreto de alarma vigente en Portugal». Aún se registran incidencias. La más habitual, la de algunos trabajadores a los que les falta un documento y los instan a acudir directamente a una gestoría en territorio luso, como a Angelo Miguel Calveiro.

Es ciudadano portugués pero reside en la parroquia tomiñesa de Sobrada. «Tardo media hora más desde ayer en llegar al trabajo pero el jefe ya lo sabe y es comprensivo con la situación porque no podemos hacer otra cosa», indicó tras pasar el control.

La fiscalización también obliga a revisar a los autobuses que circulan con trabajadores entre los aeropuertos de Vigo y Oporto. «Ayer fue un caos, la gente perdió vuelos de conexión y tuvimos que gestionar muchas reclamaciones», confirmó el responsable de Autna, José Manuel Álvarez. La restricciones de movilidad no solo han hecho que sus expediciones y el pasaje se desplome sino que le obliga a acompañar con un coche de servicio el autobús para que, si alguna de las personas que viajan en el bus no cumpliera con los requisitos durante la inspección de la SEF, pueda regresar a España. «Ayer impidieron la entrada de dos personas y las llevamos de vuelta», explica mientras los agentes lusos revisan los papeles de todos los pasajeros del autobús. «Normalmente cruzaríamos a unas 250 personas al día en cinco expediciones, pero ahora solo hacemos una con entre 8 y 10 trabajadores», indica.