Las salas de teatro se convierten en «especialistas en la cuerda floja»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Ártika y Ensalle están sin ayudas y tienen que reajustar sus programaciones

28 ene 2021 . Actualizado a las 17:18 h.

«Ahora mismo estamos intentando aplazar y buscar hueco para las funciones que nos hemos visto obligados a suspender en los próximos tres fines de semana», explica Fernanda Barrio, una de las tres personas que dirigen la sala Ártika. Las últimas medidas ordenadas por el gobierno de la Xunta también han tocado esta vez a las salas de teatro, que afrontarán el obligado cierre con sus gastos habituales, pero sin ningún tipo de ingreso.

«Hemos hablado con los responsables de Agadic y sabemos que están atentos a nuestra situación, pero lo que más me sorprende es la actitud del Concello de Vigo que ni el pasado año ni este ha hecho nada por ayudarnos; si de la Xunta y el Ministerio no tenemos nada que decir, sí del olvido del gobierno local», explica Pedro Fresneda, copropietario de Teatro Ensalle.

Tanto el Ministerio de Cultura como la Xunta de Galicia apoyaron el pasado año a estas salas para poder afrontar los obligados cierres y la reducción de los aforos permitidos, pero ahora todavía no se ha convocado ningún tipo de ayuda.

«Es una situación todavía más difícil que cuando nos mantuvimos con solo 43 espectadores porque la rentabilidad ahora es nula; la baza con la que estábamos trabajando entonces era que parte de los cachés de las compañías estaban subvencionados y podíamos afrontar con ese mínimo ingreso de taquilla, pero se podía capear la situación. Ahora, con el nuevo parón, tenemos que anticipar el gasto mediante préstamos a título personal con lo cual estamos en la cuerda floja; de hecho, nos estamos convirtiendo en unos auténticos especialistas en la cuerda floja, pero nuestra apuesta y nuestra intención es seguir con nuestro trabajo, porque además el público lo necesita y agradece que haya una programación continua», explica Fernanda Barrio. Esa confianza en el proyecto hace que la dirección de la sala Ártika ya anuncie su oferta para cuando se levanten las actuales restricciones. El viernes 19 de febrero llegará a la sala la compañía canaria Impulso, que ofrecerá tres funciones del espectáculo Lacura.

Representación en Internet

Por su parte, la compañía del Teatro Ensalle tenía previsto estrenar una obra el próximo fin de semana en Vigo. Y lo harán, pero sin público. «Haremos la grabación de la pieza y, supongo que posteriormente, se podrá ver en streaming», explica Pedro Fresneda. La compañía viguesa tuvo también que suspender una actuación prevista para el primer fin de semana de febrero en Elche. Sin embargo, el mayor problema de reajuste se les plantea con la actuación de Carmen Werner y Cambaleo Teatro prevista para los días 12, 13 y 14 de febrero. «Debido a las ayudas que el proyecto tiene del Ministerio de Cultura tiene que realizarse antes del 31 de marzo por lo que nos obligará a ubicarla durante la semana con todo lo que eso supone para el público», señala uno de los responsables de Teatro Ensalle.

Respecto al cierre, Pedro Fresneda afirma que lo principal es la salud del espectador y el único culpable de esta situación es la dejadez de unos cuantos irresponsables, pero reclama a las administraciones que se alivie la carga burocrática que tienen que soportar. También propone a la Xunta y el Gobierno que se cree un plan volcado este año de tanta inseguridad en la investigación por parte de las compañías, para ver si ya en el 2022 pudiesen exhibir al público todo ese trabajo interno.

Fernanda Barrio opina que Ártika ha hecho hasta ahora un buen trabajo en la implementación de los protocolos de seguridad. «En nuestro protocolo recuperamos la figura del acomodador para evitar que la gente se cruzase cuando buscaba su butaca, un momento en el que más cerca pueden estar unos de otros. El personal de la sala los recibía y los ubicaba en una butaca, dejando la separación correspondiente; en un principio, los espectadores quedaban un poco extrañados por la medida, pero luego lo agradecen», señala la empresaria, al tiempo que considera que el cierre de las salas es una medida drástica. «Lo que más indigna de todo esto es la desproporción en las medidas, aunque también sé que hay otros sectores que están muy afectados», concluye Fernanda Barrio.