La izquierda de Cangas, obligada a negociar un nuevo alcalde en 10 días tras la muerte de Pazos

Monica Torres
m.torres CANGAS / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

El enfrentamiento entre Eugenio Portela (PSOE) y Abalo (ACE) dificulta un nuevo bipartito y abre la puerta a Avante y BNG

27 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El duelo por el inesperado fallecimiento del alcalde de Cangas ha de ser compatible con la continuidad de la vida municipal. Es una actividad reglada y la ley establece un plazo máximo de diez días para que otro miembro de la corporación asuma el bastón de mando. Ayer era una situación extraordinaria y nadie quería hablar de la sucesión. Pero lo cierto es que hay un bipartito que, con independencia del fallecimiento de Xosé Manuel Pazos, que actuaba como nexo de unión, no pasa por su mejor momento. Gobierna con una minoría de ocho ediles (4 de ACE y 4 del PSOE) y precisaría de apoyos para mantener el bastón.

Pazos no consiguió unificar a toda la izquierda de Cangas, pero sí logró el respaldo de Avante y BNG (con tres ediles cada formación) para su nombramiento en el 2019. El acta de Xosé Manuel Pazos será asumida, en principio, por Adrián Pena, pero el enfrentamiento entre Mariano Abalo (ACE) y el portavoz socialista, Eugenio Portela, tensa la reedición de un acuerdo y la situación podría derivar en la apertura de negociaciones con otras formaciones, en este caso con el Bloque y con el grupo de Avante, para la conformación de un nuevo gobierno.

La socialista Sagrario Martínez, que era la primera teniente de alcalde de Pazos, tuvo que asumir el cargo de regidora en funciones en la sesión plenaria más difícil y emotiva del mandato, en la que ayer se decretó el luto oficial en la villa. Desde los comicios del 2019 se produjeron también muchos movimientos en las filas socialistas y tres dimisiones. La última, la de Hugo Fandiño el mes pasado, que se mantendrá como secretario general de la agrupación municipal.

El Partido Popular, con 7 ediles, fue la lista más votada en las municipales. Sin embargo, se da por hecho que no contará con ningún apoyo en la izquierda para una hipotética investidura de su candidato.