Constantino, listo para otra guerra tras vacunarse a sus 104 años

Monica Torres
mónica torres MOS / LA VOZ

VIGO

cedida

Los cuatrocientos usuarios y trabajadores de la residencia Doral de Mos, el mayor centro de mayores de Galicia, se inmunizan

07 ene 2021 . Actualizado a las 17:15 h.

«¿Cómo no voy a estar contento? He pasado el coronavirus y ya estoy vacunado». Constantino Freire es el veterano de Doral Residencias, no solo por edad sino por batallas ganadas. «Estuve en primera línea en el frente de África, superé dos guerras mundiales, una civil y la gripe española del 18. El año pasado sobreviví a un cáncer y al covid y por fin, este año he llegado a vacunarme», explica con meridiana claridad tras recibir la primera dosis de la vacuna más esperada. En su carné figura que tiene 104 años, «pero en junio ya cumplo 105», advierte este ourensano que en noviembre narró para La Voz su experiencia.

Es un discurso extraordinario, tanto por su vívida memoria como por el entusiasmo con el que rememora capítulos enteros de su vida y que, según sus compañeros, aplica también a su día día. Mientras recibí ayer el pinchazo, él habla de sus planes para el día siguiente. «Es Reyes, viene mi hijo Carlos y lo que más me gusta a mí es comer con él o salir al jardín», dice con un entusiasmo que contagia. «Es que esta vacuna es el mejor regalo de Reyes que podíamos tener», dicen Carmen, Josefa y Marina. Esta última es otra supercentenaria (101 años) que le ha ganado la batalla al covid. La emoción se palpa en el ambiente.

El de ayer era un día histórico para el centro sociosanitario más grande de Galicia. «Es realmente una jornada emocionante e intensa que arrancó a las ocho de la mañana, con cuatro equipos de ocho enfermeras del Sergas, apoyados por personal de nuestros servicios sanitarios para poder vacunar a todos», explica el director de Doral, Manuel Añón. Un total de 400 personas, entre residentes y personal, recibieron la primera dosis de la vacuna. «Estamos muy contentos y satisfechos, tanto por la aceptación de los usuarios como por la de los familiares que tuvieron que autorizar la de los que están tutelados y que colaboraron en todo momento», indica Añón. La jornada se desarrolló sin incidencias. Se emplearon más de seis horas en el proceso. Tal era la ilusión por recibir el remedio contra el covid que la mayoría dijo ni sentir el pinchazo.

«Es muy importante vacunarse. Todos tenemos que hacerlo, hay que ponérsela para acabar de una vez con todo esto», defiende Constantino Freire arropado por sus compañeros. La unión, insiste y por experiencia, es clave en cualquier guerra y más aún cuando solo hay un frente y un bando. «Fueron peores las seis guerras que viví antes que el coronavirus», afirma sin desdibujar en ningún momento la sonrisa. «Él es optimista y está siempre contento. El domingo aún bailó un poco», desvela María, que es una de las trabajadoras del centro. «Para superar la pandemia hay que ser buenas personas y tener mucho ánimo», advierte.