Damián Alonso pierde un pub y gana tiempo para el remo

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La pandemia obliga al campeón europeo de remoergómetro a cerrar su negocio

31 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Acostumbrado a remar de día y de noche, el campeón de Europa de remoergómetro Damián Alonso (A Guarda, 1982) ha decidido terminar con la faceta nocturna. Regentaba desde el 2009 el pub Viceversa en su localidad natal, pero la pandemia ha sido la puntilla para que decida renunciar al negocio y centrarse en su otro trabajo, además de en el remo, una actividad que sí que no tiene plan alguno de abandonar mientras el cuerpo aguante.

Ya el pasado abril, Alonso relataba a La Voz las dificultades que estaba pasando al tener que afrontar unos gastos fijos elevados (calculaba unos a 2.000 euros) mientras el pub tenía que permanecer cerrado. La situación no mejoró ni las perspectivas son buenas, lo que le ha llevado a bajar la persiana de forma definitiva. La fecha no es casual: «Era mejor no empezar ya el año».

El guardés repite una y otra vez la palabra «inasumible». El mayor gasto era el alquiler y los propietarios no accedieron a una rebaja, por lo que no vio otra alternativa. «Es una decisión muy difícil, pero creo que es lo más acertado. Llevaba tiempo esperando a ver si mejoraba, si no sé qué... Pero nada, la cosa no cambia y había que actuar», explica.

El horario hasta las 17.00 horas que se permite actualmente no era solución para él, ya que su propuesta es orientada a la noche. «A esa hora es cuando nosotros abríamos. No era un sitio para tomar un café, sino más para una cervecita tranquila con música», detalla. Poco a poco fue viendo claro que ya no compensaba ni siquiera abrir en estas circunstancias..

Alonso tiene la tranquilidad de que cuenta con otro trabajo, el de bombero naval. «Compaginaba las dos actividades, más el deporte y la familia. Pero ahora el pub se había convertido más bien en un apoyo», precisa. Y en los últimos tiempos, le venía costando dinero, por lo que este paso es un alivio para sus finanzas. «No tuve ninguna ayuda y estaba perdiendo dinero. Fueron meses pagando sin facturar nada».

Pese a la amargura que le produce dar un paso que cogió por sorpresa a sus clientes -«lo medité mucho, pero no dije nada hasta el final»-, Alonso se queda con lo positivo. «La vida de noche no es para siempre, en algún momento tenía que acabar. Si por mi mujer fuera, habría sido antes», dice. Y a eso le suma que tendrá más tiempo para el remo. «Quiero seguir mientras pueda y ahora podré prepararme mejor».