Talan los dos últimos cedros de gran porte en la humanización de Ronda de Don Bosco

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Una mujer con un bebé se interpuso ante los operarios para evitarlo pero los trabajadores siguieron pese al peligro. El Concello alega que se hizo por motivos de seguridad

28 dic 2020 . Actualizado a las 21:14 h.

A la humanización de Ronda de Don Bosco ya no le quedan más escollos por esquivar. Tras la caída este verano de dos de los cuatro cedros centenarios de la plaza, los operarios de la concesionaria de parques y jardines procedieron esta mañana a la tala de los dos que quedaban. Los vecinos fueron testigos de cómo desde primera hora los trabajadores ejecutaban su tarea. Algunos residentes se opusieron. Antón, que vive a escasos metros de la plaza, pudo ver cómo una mujer con su bebé se interpuso ante los operarios para evitar que siguieran cortando los árboles, «pero siguieron trabajando mientras ella seguía allí con el niño y las ramas cayendo al lado», asegura. Después acudió la Policía Local y los sacaron.

El vecino recuerda respecto al accidente que tumbó en junio los dos ejemplares de gran porte (uno cayó encima del otro) por la negligencia de la empresa responsable de las obras, que «el alcalde juró y prometió y aseguró que se repondrían, pero nadie se lo creyó. Aquí todo el mundo tenía claro, lamentablemente, que se los iban a cargar». 

Según fuentes de la empresa que efectúa las obras, tras encargar varios informes técnicos, todos los expertos coincidían en que era más seguro retirar los restantes. Aseguran que no estaba previsto tirar ninguno de ellos, pero gracias a la obra se descubrió que eran inestables y un riesgo para las personas porque acabarían cayendo, no este año ni dentro de cinco, pero más tarde o más temprano, acabarían cayendo. Por otra parte alegan que para la tala se siguió el procedimiento habitual y se pidió permiso a Patrimonio de la Xunta de Galicia, que lo autorizó, así como el Concello de Vigo, a quien pidieron un permiso para hacerlo de urgencia. También indicaron que en su lugar se van a plantar cuatro de gran porte y que los ejemplares no eran centenarios sino que tenían como mucho 52 o 53 el más antiguo. Afirman que los cedros tienen unas raíces muy superficiales y también dicen que tras haber investigado sobre su situación, se encontraron con que en la decada de los 80 cayeron otros dos en esa misma plaza. Por otra parte, reconocen que en toda obra, los árboles sufren con los movimientos de tierras.   

El Concello de Vigo ha emitido un comunicado en el que corrobora estas afirmaciones y añade que los informes «tanto internos como externos, realizados por técnicos municipais e por empresas especializadas e punteiras do sector, aconsellaron a retirada das árbores por razóns de seguridade, xa que existe un alto risco de caída e máis nestas condicións meteorolóxicas. O Concello pregúntase que pasaría ou quen respondería no caso de que caesen sobre un coche ou persoa. Responderían os partidos da oposición».

Además recuerdan que la humanización da Ronda de Don Bosco «xa inclúe nova vexetación coa que se vai acondicionar toda a praza. Así, vanse plantar nos xardíns catro Liquidámbar de gran porte (de aproximadamente 12 metros de altura que substitúen aos catro cedros), tres Ginkgo Biloba de 4,5 metros e 22 Glicinias nas pérgolas. Do mesmo xeito, plantaranse 40 magnolios de 3,5 metros entre Blein Budiño e Taboada Leal; entre Velázquez Moreno e María Berdiales e en María Auxiliadora.  

La caída previa 

Tras el suceso de junio con los otros dos cedros, el alcalde manifestó que «se cayeron por accidente; uno estaba inclinado desde hace tiempo y las raíces no pudieron aguantarlo, y al caer se llevó el otro», dijo Caballero. «Todo va quedar muy bien. El lío es porque se ha politizado el asunto», añadió.  Pero los vecinos ya lo veían venir. «Llevamos meses denunciando la torpeza y desorganización de la empresa y reclamamos que apuntalen los demás árboles para que no caigan más», indicaba entonces Inés, residente en la zona.

Oscar Vázquez

Las obras de reforma de Ronda de Don Bosco se ejecutan en colaboración con la Diputación de Pontevedra. El Concello pone 617.000 euros y la entidad provincial, 900.000. En el acto de colocación de la primera piedra, Caballero afirmó que se iban a mantener los árboles de la zona y añadió que Ronda de Don Bosco es una calle «que lleva cien años abandonada». Más o menos, la supuesta edad de los árboles derribados. Y en todo caso, la de los dos que ya nunca caerán «algún día».