Debutó en el torneo en el 2007 con el Celta frente al Málaga al que hoy recibe
16 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque admite que su memoria no alcanza a recordarlo, el debut de Jonathan Vila (O Porriño, 1986) en Copa fue con el Celta frente al Málaga, el mismo rival al que hoy se enfrenta en esa competición su actual club, el Coruxo. El canterano del equipo celeste asegura que la plantilla asume este reto con mucha ilusión, la misma que tiene él después de no poder participar el año pasado por lesión estando ya en el Coruxo y de acumular varias temporadas sin competir en el torneo del ko.
-¿Cómo llega el Coruxo a esta cita tan señalada?
-Estamos con mucha ilusión. Es algo importante para el club poder participar en esta competición y vamos a tener enfrente a un rival mítico de la Primera española. Llegamos con muy buenas sensaciones después de la última victoria en casa y estamos con muchas ganas. Ese triunfo nos llena de energía en un año que no comenzó bien. Necesitábamos un partido así, de hacer goles y no encajar, muy completo por parte de todos.
-¿Temía que la Copa llegara a ser un estorbo de no haber sacado delante este último partido de liga?
-No, porque creo que todos los partidos nos vienen bien. Sirven para recuperar sensaciones y cuantos más juguemos, mejor. Tenemos una plantilla bastante equilibrada en la que puede jugar cualquiera y nos viene bien para el grupo.
-¿Tienen una espina clavada por la polémica de la Copa del curso pasado?
-Fue una pena, porque lo tuvimos casi en la mano y por decisiones que considero equivocadas, no pudimos pasar. Pero está olvidado. El fútbol siempre te da nuevas oportunidades y esta es una de ellas. Trataremos de aprovecharla para seguir creciendo como equipo, mejorando cosas y ojalá podamos seguir en esta competición tan bonita.
-¿Cómo reaccionaron cuando supieron que se medirían al Málaga?
-Lo recibimos con mucha ilusión. Es un club con nombre en el territorio nacional y todos los equipos que vengan van a ser respetados. Pero tenemos que hacer nuestro partido. Recibimos a un grandísimo club al que le tenemos mucho respeto y es muy especial jugar contra ellos.
-Su debut en Copa, con el Celta, fue frente al Málaga en La Rosaleda en el 2007. ¿Lo recuerda?
-No me acordaba para nada, sinceramente. ¡Nada de nada! Ya pasaron unos cuantos años desde eso.
-¿Y qué recuerdos de otros partidos suyos en Copa le vienen a la cabeza?
-Siempre son duelos emocionantes, sobre todo ahora, a partido único y en el campo del de menor categoría. Eso hace que sea una competición todavía más ilusionante, sobre todo para el equipo de abajo, al que se le da una mínima oportunidad de poder pasar. El formato es emocionante porque hasta el último momento puede pasar cualquier cosa. Recuerdo partidos como el del Calderón, la eliminatoria contra el Villarreal... Duelos de tensión donde a veces jugadores que no estaban participando tenían minutos, aprovechaban la oportunidad y luego tenían continuidad. Siempre son importantes para seguir creciendo.
-La temporada pasada no jugó con el Coruxo en Copa y ya lleva varios años sin participar. ¿Lo afronta con más ganas?
-El año pasado me cogió lesionado y es verdad que llevo tiempo sin jugarla. Es una gran ilusión, sobre todo porque pasa el tiempo, cada vez se acerca más el final de mi carrera e intento afrontar todos los partidos de la mejor manera posible, con la ilusión de un chaval. Este partido es otra oportunidad de disfrutar del fútbol.
-¿Se vive con menos presión que con el Celta?
-La presión siempre la lleva el equipo de superior categoría. Nosotros tenemos que ir a disfrutar, pero tratamos de ganar todos los partidos y este no va a ser menos. Queremos disfrutar, pero si es desde la victoria, mucho mejor.
-Es su segunda temporada en el Coruxo. ¿Qué balance hace?
-Muy positivo. Me encontré un vestuario muy bueno, un club acogedor y estoy encantado de haber dado el paso. El año pasado fue una buena temporada y esta esperemos poder mejorarla en este tramo y estar más tranquilos en una liga complicada. El vestuario es una piña, Míchel es un entrenador tranquilo y cercano y con todo eso saldremos adelante.
Míchel aspira a «igualar la intensidad» del Málaga con la meta de pasar
El Coruxo afronta el que puede ser el último partido del 2020 con el objetivo de que no lo sea. Para eso deben eliminar al Málaga en el cruce a partido único programado para esta tarde en O Vao. El horario, atípico (15.15 horas) responde a que las instalaciones coruxistas no cuentan con iluminación y en esta época del año anochece demasiado pronto como para retrasar el encuentro.
El técnico del equipo vigués, Míchel Alonso, señala que reciben a «un rival importante, histórico de Primera de siempre» y ve esta compromiso como «una oportunidad para competir, para disfrutar compitiendo». «Estamos contentos de poder disputar este partido en O Vao, esperando poder hacer un buen papel para optar a pasar esta eliminatoria», comenta.
Consciente de que, incluso siendo alto el nivel de los equipos de Segunda B, se enfrentan a un oponente de mayor entidad, avisa de que les va a «exigir mucho». Del conjunto andaluz destaca que tienen «gente joven de muy buen nivel» que no se lo va a poner fácil. «Sobre todo, tenemos que competir. Tienen gente muy dinámica, sobre todo del medio del campo para adelante y nos van a llevar al límite», indica. Su idea es «intentar igualar ese ritmo» para poder competir.
El horario del partido condiciona algunos aspectos, «sobre todo la dinámica de las comidas», pero garantiza que se adaptarán a esta franja pese a no estar acostumbrados. El plan para las próximas semanas dependerá de si pasan o no de ronda, ya que jugarían el día 5 de enero. En todo caso, Alonso prevé dar al equipo una semana de vacaciones en próximas fechas. Retomarán la liga en enero en Barreiro.