Fallos en el cierre perimetral de la pista comprometen la seguridad en el aeropuerto de Peinador

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Aena adjudicó en septiembre el mantenimiento de la alambrada, cuyo estado permite que se cuelen animales que pueden provocar un accidente

28 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Decenas de lazos de plástico de color blanco están atados a lo largo de todo el cierre perimetral de la pista del aeropuerto de Peinador. Los han colocado los servicios de seguridad de Aena para indicar los puntos en los que la alambrada presenta fallos y no aísla el espacio de las aeronaves del exterior. La mayor parte de estas deficiencias son aberturas en la zona inferior de la alambrada debido a que, con el paso del tiempo, se ha ido deteriorando y cediendo por esa parte. Han quedado aberturas que comprometen las medidas de seguridad con las que debe de contar el recinto aeroportuario.

Todo el borde de protección del recinto está plagado de huecos por donde pueden colarse perros, gatos o pequeños animales silvestres, con el riesgo de que acaben invadiendo el campo de aviación y puedan provocar accidentes.

No es un hecho aislado que algunos animales se hayan colado dentro del recinto. Lo cuenta el responsable del aserradero de piedra que se encuentra junto al aeropuerto. Hace una semana paseaba con su perro a lo largo del camino que bordea la pista de aterrizaje. Al llegar a un extremo del aeropuerto, su mascota se coló por un agujero, cruzó toda la zona restringida y volvió a casa metiéndose por otro de los huecos abiertos por el mal estado de la valla perimetral.

La dirección del aeropuerto es conocedora de esta situación porque personal del aeropuerto lleva tiempo alertando y emitiendo informes, si bien hasta el momento no se ha tomado ninguna medida.

Puestos en contacto con el servicio de comunicación de Aena, indican que el pasado mes de septiembre se adjudicó el expediente de mantenimiento de vallado perimetral del aeropuerto a la empresa Saidres Trasdeza por un importe de 14.250 euros y un plazo de ejecución de 12 meses.

Lo primero que debe hacer la empresa es buscar y señalizar los puntos que necesitan intervención, bien por presentar desperfectos, bien por necesitar mejoras. Después se planifica la actuación y se procede a llevar a cabo las reparaciones necesarias, afirman desde el gabinete de comunicación. Si los desperfectos detectados requieren de una actuación urgente por ser especialmente importantes, «se procede a su reparación inmediata».

El aeropuerto de Vigo tiene alrededor de ocho kilómetros de vallado perimetral que es revisado por el servicio de seguridad al menos una vez al día. Si se observa algún desperfecto es notificado para que se proceda a su reparación. No solo los servicios de seguridad, sino que también lo pueden hacer, los de mantenimiento o cualquier otro que realice su trabajo por la zona y que observe cualquier deficiencia.

También presenta desperfectos una doble valla de seguridad que el aeropuerto instaló junto al mirador hace unos años para evitar lo ocurrido en una ocasión, cuando un individuo saltó la verja, se introdujo en la zona acotada, se montó en un vehículo con el que salió sin problemas del aeropuerto y condujo hasta Vigo. El hombre acabó siendo detenido, pero el caso puso en evidencia un problema de seguridad en un momento de máxima alerta antiterrorista. La Guardia Civil también incrementó la vigilancia a raíz de este incidente.

Aumentan a 42 las frecuencias semanales a Madrid durante la época navideña

El aeropuerto de Peinador contará en diciembre con 42 frecuencias semanales a Madrid, dos más que hasta ahora. Air Europa aumenta sus conexiones hasta las 14, con una más los martes, cuando hasta ahora ese día no tenía vuelos a la capital española. Por su parte, Iberia mantiene sus 28 enlaces actuales, pero adelanta el de las 13.40 a las 9.25 horas los lunes, martes y miércoles. Este cambio facilitará los viajes de trabajo de ida y vuelta en el mismo día

La alerta sanitaria provocada por el coronavirus y las restricciones a las que han dado paso son el motivo por el que la actividad en el aeropuerto vigués ha caído hasta límites insospechados, que se remontan a la década de los años ochenta. La terminal sobrevive gracias a los vuelos a Madrid. Las aerolíneas han bajado los precios para atraer pasajeros.