El centro comercial Coia reabre 55 días después de su incendio y tras perder 300.000 euros

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Luis Carlos Llera

Los 76 puestos dan trabajo directo a 150 familias

27 nov 2020 . Actualizado a las 19:24 h.

El centro comercial Coia 4 cifra en más de 300.000 euros las pérdidas causadas por el incendio sufrido el 1 de octubre. El miércoles por la tarde se acabaron los últimos retoques de iluminación de las instalaciones que se han reformado en un tiempo récord, poco más de un mes. El presidente de la comunidad de propietarios, Marcos Piñeiro, cogió la riendas del centro comercial hace dos meses y el siniestro le ha obligado a gestionar la rehabilitación con rapidez para minimizar las pérdidas y mantener la fidelidad de los clientes. Ayer, ya esperaban pacientemente su turno.

«Está todo rehabilitado, faltaban unas luces y vinieron ayer y se acabó de poner la nueva iluminación», explica Piñeiro, que representa a 76 placeros. Asegura que el sistema eléctrico tenía por lo menos 40 años de antigüedad. Se ha tenido que hacer todo nuevo y se han renovado los techos, el aire acondicionado y todo el cableado del centro comercial. También se ha habilitado una nueva sala de reuniones y, aunque quieren cambiar el suelo, porque en algunos tramos se ha vuelto resbaladizo, no tienen ahora mismo dinero para acometer la obra a la espera de que se recupere un poco la situación económica. De hecho, hay tres locales que están en alquiler o venta aunque uno de ellos va a ser ocupado próximamente y el otro se va a establecer una firma de manicura y arreglo de uñas.

El incendio afectó a todo el centro comercial pero hubo tres negocios que fueron declarados siniestro total. El foco prendió en el cuarto de contadores por un cortocircuito y las llamas alcanzaron una temperatura de 600° que afectaron especialmente a tres carnicerías, que hubo que reformar por completo y un puesto de pescado, Diana Mar.

«El seguro se ha hecho cargo. Han sido bastante eficaces y desde el primer día se involucraron», dice el presidente de la comunidad de propietarios y dueño de la pescadería Abreu. «La gente es fiel y ha vuelto. Hemos estado cerrados y venían a ver cómo iba porque nos echaban en falta. Esto no es como una gran superficie sino que se trata de un centro comercial más pequeño donde se cuida el trato personal y la calidad», dice Piñeiro.

Ahora, los comerciantes están esperando a que venga de nuevo el alcalde de Vigo tras la reforma. «Nos dijo que iba a venir y que iban a adornar el centro con luces de Navidad», señalan. Los comerciantes comparten el galardón de Vigueses Distinguidos que recibieron cuando el centro cumplió cuarenta años. La pandemia les ha obligado a digitalizarse. «Tenemos un grupo con un chat y a primera hora de la mañana colgamos un vídeo y los precios, El empresario deja claro que por ahora no han recibido ninguna ayuda. El sector primario sigue trabajando. «Nos hemos reinventado un poco y hacemos más reparto a domicilio», apunta su socio Manuel González. Gracias a esto están saliendo adelante 150 autónomos y empleados que trabajan directamente en el centro y otros 500 proveedores.