Vigo: El valioso ecosistema de Serra da Groba no debe tolerar molinos

Como bien argumenta Ecoloxistas en Acción la Serra da Groba es uno de los puntos calientes (técnicamente denominadas hot spot) de la biodiversidad en las Rías Baixas y Galicia no solo por lo que vuela, también por lo que está más pegado al suelo. Los ecosistemas valiosos de A Groba no son las repoblaciones de pinos y eucaliptos sino su complejo sistema hídrico alimentado por las lluvias y nieblas con fuentes, regatos, lagunas y turberas, y también su matorral atlántico (hábitats prioritarios en la Unión Europea). Es precisamente ese sistema hídrico y sus hábitats  asociados los que más peligro corren debido al denominado «proyecto Alvariño».

Este macro proyecto eólico de Acciona, que contempla la instalación de 44 aerogeneradores en Serra da Groba y 13 en Serra do Galiñeiro va a afectar a una de las tres últimas poblaciones de sapo de espolones (Pelobates cultripes) que quedan en la provincia de Pontevedra y la que se considera más numerosa a día de hoy. Esta especie está incluida en el catálogo gallego de especies amenazadas con la categoría de vulnerable. 

También está constatada la presencia de otras especies amenazadas, como el escáncer ibérico (Chalcides bedragai) una de las pocas poblaciones registradas en la provincia de Pontevedra, endemismos gallegos como la píntega rabilonga (Chioglossa lusitania) la rela (Hyla molleri) o la rá patilonga (Rana iberia). Todas ellas se encuentran en la zona afectada por el proyecto eólico en su principal área de distribución dentro de Serra da Groba. Solamente la presencia de cualquiera de ellas sería suficiente para descartar este proyecto, pero hay mucho más. Bien lo saben en el Instituto de Estudos Miñoranos IEM: las serras de Galiñeiro y Groba albergan la que posiblemente sea una de las poblaciones de caballos salvajes más antiguas del mundo.

Alrededor de 1.500 garranos, nuestra raza autóctona, desarrollan una fundamental función ecológica a la que se suma su importancia cultural y etnográfica, algo a tener en cuenta también pues hablamos de una zona con valores patrimoniales destacables como constatan los yacimientos arqueológicos, muchos de ellos catalogados pero otros todavía por descubrir. Todo ello se vería afectado irreversiblemente por el parque eólico y sus infraestructuras complementarias. Por evidente ni siquiera mencionaremos el impacto paisajístico que supone ese proyecto. En su día, por los valores naturales y culturales señalados, se propuso que Serra da Groba fuera declarada lugar de interés comunitario (LIC ES1140018) pues cumple con creces los criterios e indicadores para merecer su protección. Esta propuesta fue archivada en un cajón, y ahí sigue esperando ¿quizás porque dicha protección impediría que se desarrollasen proyectos como este?

La propuesta de Ecoloxistas en Acción y los colectivos integrantes de la Plataforma en Defensa da Serra do Galiñeiro invita a que sean los concellos quienes den un paso adelante y que Baiona, Gondomar, Oia, Tomiño y O Rosal (añadiríamos a Vigo y Nigrán) propongan una declaración conjunta de las serras de A Groba y Galiñeiro como ENIL, espacio natural de interés local. Para los concellos que en su día, cuando se anunció hace años el primer proyecto de parque eólico en el Galiñeiro, ratificaron en sus respectivos plenos municipales su rechazo (que salvo error fueron todos) sería una iniciativa lógica y consecuente apoyar este ENIL. Esto no es una enmienda a la totalidad. Nadie defiende con mayor insistencia que los colectivos ecologistas la imprescindible, en realidad inevitable, transición a las energías renovables, lo que ocurre es que muchas veces se omite cual es el orden de prioridades: Reducir el consumo de energía, eficiencia en el consumo reducido y, por último, generación por fuentes renovables y descentralizadas, por ese orden. Por eso es imprescindible evaluar si el impacto ambiental de la ubicación de un parque eólico supera sus beneficios, y este es un claro ejemplo de que no eligieron un lugar adecuado.