Las obras de Porta do Sol obligan a desalojar al popular matojo vigués con su vástago
03 nov 2020 . Actualizado a las 17:17 h.Decenas de ciudadanos contemplaron esta mañana cómo Dinoseto y su hijo Dinosetito viajaban en un camión, con sus escasas pertenencias (o ninguna) camino a su nuevo hogar en la Alameda. La plaza de Compostela es el espacio elegido, según anunció el alcalde la semana pasada, para pasar los próximos meses, o más bien años, mientras duren las obras de construcción del polémico túnel que pasará bajo la Porta do Sol hasta Elduayen. En el Kilómetro Cero vigués tenían los populares matojos su casa, que no fue la primera.
La familia Dinoseto lleva ya tres mudanzas, tres cambios de empadronamiento que empezaron en el 2015 con la sorprendente aparición de la figura vegetal del pleistoceno «frikaceo» en la rotonda de Rosalía de Castro con la calle Oporto. Allí duró poco y su éxito se multiplicó en miles de selfis de humanos de todo pelaje, desde que el Concello de Vigo lo situó en la Porta do Sol para convertilo en una estrella que puso un huevo y todo. Cosas que pasan aquí, en Vigoland.
La imagen de Dinoseto y Dinosetito subidos al camión en desfile por las calles de la ciudad, recordaba un poco a aquellas imágenes de santos de la iglesia del asilo de Pi y Margall que también hubo que trasladar hace unos años.
La figura se iba a colocar inicialmente en un parque infantil de Navia, pero el gobierno municipal vio en él más posibilidades y decidió cambiar su ubicación. Con el tiempo se ha convertido en el rey del selfi y ha sido elegido como fondo de retratos por turistas y famosos, como Luís Fonsi y James Rhodes. El dinoseto no es más que un ejemplo de una moda en jardinería que se ha ido implantando en muchos parques, como el de Europa, de Torrejón de Ardoz, o el de San Martín de Valdeiglesias. Lo extraño es encontrarlo colocado en plena urbe, sobre el asfalto, como sucedía hasta ahora en Vigo.