«La tediosa burocracia por el covid-19 está encareciendo las promociones de pisos»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

El presidente de los inmobiliarios señala que la concesión de licencias tarda seis meses como mínimo

25 oct 2020 . Actualizado a las 21:20 h.

El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Aproin), Javier Garrido, advierte que la situación derivada de la pandemia está alargando los plazos de tramitación de licencias, lo que tiene una repercusión directa en el precio de las viviendas. «Ahora tienes que presentar una solicitud por el registro general del Ayuntamiento. De ahí va al registro de Urbanismo. Luego tiene que ir a la Gerencia y luego te dan la licencia. Pero después tienen que darte la de primera ocupación. Y todos los tiempos se prolongan», señala Garrido. «Lo mínimo que tardan en resolver es seis meses, pero el proceso se puede ir a siete u ocho meses», señala el portavoz del colectivo, que indica que «esto hace que se encarezcan las promociones porque no sabes hasta cuándo tienes que pedir el préstamo al banco».

Garrido dice que las tramitaciones están resultando para los promotores «tediosas y largas» y así los negocios «no se pueden concretar con fechas. Si se afinase con los tiempos se afinaría mejor con los precios. Con menos burocracia se abarataría la vivienda porque el promotor está obligado a cubrirse las espaldas y tiene que pedir los créditos hipotecarios con cobertura suficiente para llevar a cabo las obras con una margen de tiempo necesario».

Los promotores se están acogiendo a las medidas provisionales de planeamiento que han permitido desbloquear algunos proyectos después de años de parálisis, pero «tenemos la incertidumbre propia de todos los sectores económicos. Todo lo que afecta a la estabilidad en el empleo afecta a nuestro trabajo y estamos en una situación de gran inquietud». La falta de seguridad laboral que tienen muchos empleados por cuenta propia y los asalariados hace que los ciudadanos se lo piensen mucho a la hora decidir la compra de una vivienda, que les va a hipotecar durante muchos años en la gran mayoría de los casos, ya que son muy pocos los que cuentan con fondos suficientes para no tener que solicitar el préstamo.

Aunque el panorama general es de una gran preocupación en el el sector inmobiliario, en el caso de Galicia la situación es mejor que en otros lugares, aseguran los promotores. Y dentro de Galicia, en Vigo la demanda de vivienda nueva es «muy superior a la oferta».

Javier Garrido piensa que la crisis derivada del coronavirus en el sector inmobiliario es «menor que la crisis que se produjo a raíz del año 2009». Y explica que en ese momento estalló la burbuja inmobiliaria propiciada por los bancos que daban dinero a quien lo pedía y muchas veces los préstamo eran del 100 % sin garantías suficientes. Así que el chorro de millones que engrasaba al sector se secó de repente y ante la falta de liquidez las suspensiones de pagos y encierres se fueron encabalgando. «Ahora tenemos una pequeña ventaja respecto ese momento porque sí hay liquidez y porque las expectativas de crisis parecen que están acotadas». El plazo de tiempo se extenderá hasta que se generalice el uso masivo de la vacuna contra el covid-19 con eficacia probada.

Los promotores consideran que habrá tiempo suficiente para la recuperación en unos dos años, que es el que suele llevar el ciclo de la construcción desde que se decide un proyecto hasta que se construye y se vende. La persona que hoy compra un piso sobre plano no va a tener la llave hasta el año 2022.

Ahora lo que se resiente más es el mercado de segundas residencias. El lujo aguanta mejor. Durante la pandemia los hábitos de compra han cambiado. «Ha aumentado el valor de las terrazas y de las viviendas unifamiliares», recalca el sector. Los dos meses de confinamiento fueron decisivos para que los ciudadanos se dieran cuenta de la importancia de tener un balcón o un pequeño jardín en el que poder salir a respirar sin que la policía les diese el alto.