Los sindicatos se oponen al uso de las ETT en el metal tal como reclaman las empresas por flexibilidad

l.c. llera VIGO /LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Los empresarios quieren tener herramientas si se agrava la pandemia

18 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El repunte de casos por el covid ha cogido a las empresas del metal con las herramientas necesarias para prevenir contagios y evitar cierres. Los protocolos son muy estrictos en cuanto al uso de mascarillas y de instalaciones comunes, con turnos escalonados para acudir a los aseos y con cierres de algunos espacios comunes donde ante se congregaban muchos trabajadores para realizar descansos.

Además muchas compañías están realizando cribados masivos para garantizar que no se produzcan infecciones. Pero, aún así, nadie puede garantizar que el panorama se mantenga dentro de un orden, así que los empresarios del metal de la provincia de Pontevedra quieren contar con las herramientas legales para no tener que despedir. La fórmula es, según Enrique Mallón, secretario general de un sector de 2.000 empresas, apostar por la flexibilidad. Y eso supone permitir un amplio abanicos de contrataciones temporales en el horizonte de los dos próximos años. Ese sería el escenario mejor a juicio de los empleadores.

Pero los sindicatos no están de acuerdo y se niegan en rotundo a que se siga recurriendo de forma habitual al empleo de empresas de trabajo temporal. Este es uno de los grandes temas de discusión en las negociaciones del convenio colectivo que es el más importante de Galicia. Los empresarios intuyen que el sector no se recuperará hasta finales del próximo año. En cambio, los sindicatos sostienen que, por ahora, las cosas no van mal y, de hecho, la automoción viguesas está funcionando muy bien. Este motor arrastra a una gran cantidad de empresas y por eso consideran que hay que dar tranquilidad a los trabajadores y garantizarles unas condiciones de empleo estables.

Luego vendrá la letra menuda de los sueldos en un campo donde la horquilla es muy variable, de los 18.000 a 33.000 euros.